lunes, 21 de abril de 2008

Modificando las ideas

En meses pasados hablé de la ley de intercambio equivalente de la cual creía fielmente.

Después de un tiempo me encontré ante la respuesta a la ley, la cual para mostrar su fuerza se utiliza una base de nihilismo y relativismo.

En principio la ley de intercambio es declarada falsa ya que aquel que se esfuerce o sacrifique algo no necesariamente obtendrá algo satisfactorio, es decir esfuerzo no es igual a recompensa.

¿Qué pasa con los que trabajan más duro y no obtienen recompensa? Nada ya que no hay balance y no se puede recurrir al argumento que todo ocurre por alguna razón. Pensar en que en algún momento algo mejor vendrá es simplemente crear un orden forzado para darle sentido a un mundo que no lo tiene.

Uno no puede ser ciego ante las injusticias y diferencias que se ven a diario en la vida. Algunos pasan toda su vida tratando de llegar a la cima y aun así mueren en la pobreza, mientras otros nacen en la riqueza sin haber trabajado nunca.

Se queda uno ante un mundo aleatorio y cruel.

Resulta lamentable ver al mundo de esa forma ya que las eternas recompensas de las religiones se vienen abajo y más lamentable resulta concluir que en el mundo no hay equilibrio sino anarquía y que todo discurso que se genere en contra es una mera excusa para que se consuelen los débiles. A menos que el balance sea el caos.

Ángel Caído.