lunes, 20 de agosto de 2007

Limpios como niños

¿Se han dado cuenta de que cuando éramos niños no solíamos condicionar nuestro amor a nadie? Tal vez podíamos chantajear a nuestra madre para que nos diera algo y si no lo hacía salíamos con la típica frase 'ya no te quiero' pero en el fondo sabíamos que la amábamos y que nada haría que eso cambiara.

Los hermanos, primos y amigos; en especial estos últimos tenían un lugar en nuestro corazón sin que pensáramos en compatibilidades, intereses en común, nivel social o cultural, preferencias. Simplemente jugábamos con ellos, entraban a nuestro grupo y lo peor que podía pasar es que alguno se pasara de lanza en el juego y se armara el pleito; mismo que a los diez minutos se arreglaba con un 'chin-cham-pu'.

Ahora todo se ha complicado mucho más. Nos cuesta un huevo pedir disculpas, decir lo mucho que nos queremos y tener un detalle por el simple hecho de hacerlo. En pareja estamos tan enfrascados en el ego, en el 'yo me merezco esto' o 'es tu deber darme tal' que condicionamos nuestro amor. Pienso que al menos en pareja, condicionar el amor a lo que el otro nos demuestra nos hace sufrir por encima de la sensación de triunfo. Tal vez en el camino descubramos que alguien no es para nosotros pero eso no debe quitarnos la fortuna de que lo tratemos con cariño, que nos despidamos de él o ella con respeto y que en el proceso de darnos cuenta que no queremos estar más a su lado no pasemos los días haciendo majaderías, mamadas (de las que duelen), patanadas, cuernos o siendo indiferentes.

¿Cómo arreglan los niños sus problemas? Con honestidad, sin intención de lastimar, con limpieza; suena a comercial de detergente (llámenle a Diego Schoening jajaja) pero es real. Con limpieza me refieron a la transparencia de las palabras y de los actos. Desde el conflicto de oficina hasta un divorcio sería menos complejo de resolver si todos nos quitáramos la careta de 'a mi no me vas a chingar, ya verás'. Así de simple. A fin de cuentas qué caso tiene llenarse el hocico con un 'me lo chingué' si eso no nos va a hacer felices.

Elsy Reyes