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No hay mucho contenido extra, pero si es una compra obligada. La película me fascinó por la manera de abordar el binomio soledad-amor del robot. Puntos extra a la película por no tener un sólo dialogo en la primera media hora y sin embargo mantener interesados a los niños. Pero mi mayor felicidad hubiera sido que Wall-e se hubiera convertido en un robot sin personalidad, sin la capacidad de recordar a EVE y ella se hubiera quedado sola (muy de Shakespeare). Con un final así yo me hubiera parado a aplaudir a los realizadores mientras que todos los niños llorarían y no podrían dormir durante días. Chale, me hubieran consultado los de Pixar para que hicieran ese final.