![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkuSu13yDBg39jEn0rfHP8AK8oS_Q1rLjGwNS1GnhzT1Z61HbwmG1MP1QtgqjmJzPp-DTIDtmEX5Z-O-ZU-m8QkKQF7fgR6dKLHaVQZUVgHDbqZc1w9EcHkRBZu1vsGyyApYBgsRiBPVA/s320/122456TyBX_w.jpg)
Mi vida había sido un constante deseo, una distancia cada vez mayor de lo normal, de lo permitido, de lo saludable. En el curso de los años había perdido profesión, familia y patria; estaba al margen de todos los grupos sociales, solo, amado de nadie, mirado por muchos con desconfianza, en conflicto amargo y constante con la opinión pública y con la mora; un extraño en medio de este mundo. Religión, patria, familia, Estado habían perdido su valor para mi y no me importaba ya nada; la pedantería de las ciencias de las profesiones, de las artes me daba asco; mis puntos de vista, mi gusto, toda mi manera de pensar, con la cual yo en otro tiempo habría sabido brillar como un hombre de talento y admirado, estaba ahora olvidada y en abandono y era sospechosa a la gente.
Hermann Hesse