Atenta concentrada reviso tu correo
para distinguir señales
en uno aparece un conejo diminuto entre lechugas
juegan a saltar ellas le enseñan
desaparecen riendo al final de tu firma.
Prisionera lazada en duda reviso tu correo
apenas distingo sus figuras en la madrugada
semejan fantasmas emergiendo de pantanos
ríos crecidos rugiendo sordos se los escucha
vienen de una cordillera enferma lo sé
de una borrachera
hacen desaparecer tus letras
tu nombre se defiende grita
¡Es mi nombre! gritas corro en tu ayuda voy en tu ayuda
evado signos muertos intento, amor,
ahí está el papel blanco en mi mano en la madrugada
tirito maldigo siento lloro
discípula ahogada por esta sucia nieve intensa.
Reviso tu correo escapado entre signos electrónicos
red inmensa de fuegos amarillos ámbar crujientes
te atisbo en una calle sostenida por un cauce
“no es el pasado” gritas
surges como un bastidor de hierro figura en las montañas
cuerda estrecha en espiral para ahuyentar el invierno
“no es nada, amor”, me cobijas
miro tu nombre anudando mi nombre continúan vibrando.
Persisten temblando tú de pie los sostienes.
Atenta concentrada reviso tu correo
procuro celosa distinguir señales
una desliza un cálido pequeño conejo entre lechugas
jugando a saltar ellas le enseñan
caen riendo abrazados tiernos rendidos al final de tu firma.
Helio Gallardo
