Conozco a la persona más feliz del mundo, y también a la más triste. Ayer las vi juntas: la primera ignora todo y la segunda piensa demasiado en el pasado. Me pregunto si algún día la segunda encontrará la respuesta que tanto busca y si le servirá de algo.
Al final me limité a mirar con gusto cómo la primera contagiaba a la segunda con un algo de risa. Qué momento.
Pero bueno, quizá no entiendo nada.