sábado, 13 de agosto de 2011

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, seis décadas de crear pensamiento crítico

La institución llega a los 60 años celebrando con logros y preparándose para nuevos retos: superó sus índices de titulación y busca actualizar su claustro


Sábado 13 de agosto de 2011
Alida Piñón | El Universal

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, pionera en la enseñanza de las Ciencias Sociales, cumple 60 años de vida consolidada como un centro universitario del más alto nivel en sus diversas especialidades, y orgullosa de contar con académicos y egresados que han tenido papeles fundamentales en la historia del país.

En las últimas seis décadas, los grandes cambios en la política mundial y los fenómenos sociales han sido atendidos e interpretados por los profesores, investigadores y estudiantes de Sociología, Ciencia Política, Administración Pública, Relaciones Internacionales y Ciencias de la Comunicación.

Hoy, ante el nuevo escenario internacional y los cambios sociales, la institución ideada por Lucio Mendieta en 1951, se mantiene firme en el reto de formar profesionales capaces de analizar objetivamente los procesos histórico-sociales contemporáneos desde las distintas disciplinas del conocimiento, y en la creación de soluciones concretas a los problemas.

Además, tiene el propósito de colocarse nuevamente en el centro de las discusiones nacionales, tal como ocurrió en décadas pasadas cuando fue dirigida por grandes intelectuales como Pablo González Casanova, Enrique González Pedrero y Víctor Flores Olea.

“Desde la época de González Casanova, la Facultad tuvo mucho impacto en el país. Después, quizá, lo fuimos perdiendo. Sin embargo, en toda su historia ha tenido gente muy brillante y destacada, hasta el día de hoy. Lo que ha pasado es que han surgido muchas instituciones y centros de investigación en Ciencias Sociales, nuestros propios investigadores están laborando en otras partes, así que ya no nos vemos como la voz crítica de otros tiempos. La forma del trabajo intelectual ha cambiado, antes se hablaba de generaciones, ya no es así. Es difícil ver a la Facultad como hace 40 años, el mundo es diferente, las comunicaciones son diferentes, las líneas de trabajo y reflexión son diversas. Nuestra identidad se mantiene y es lo que estoy defendiendo”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL, el doctor Fernando Castañeda, actual director de la Facultad.

De acuerdo con el director, en los últimos años el pensamiento crítico ha adoptado nuevas dimensiones que deben ser exploradas, sobre todo en el contexto actual. “Estamos viviendo movimientos y fenómenos sociales muy singulares, como los que se están dando en Inglaterra, en el que parece haber una forma de reaccionar ante el mundo. Una de las cosas que este modelo nuevo, que algunos llaman neoliberal, iba a ofrecer era estabilidad en la economía y expectativas. Hoy, vemos generaciones que no saben cuáles son sus expectativas.

“En nuestro país existe una población muy alta de jóvenes que parecen no tener claro cuáles son esas alternativas de vida. Los que estudian no tienen ofertas de trabajo que tengan que ver con su formación. Estas situaciones complejas nos invitan a reflexionar desde la perspectiva crítica”, explica Fernando Castañeda.

Visión global

En los años 70, su entonces director, Víctor Flores Olea, inició una apertura teórica internacional convocando a figuras intelectuales de la época con el objeto de discutir los problemas más importantes de ese tiempo; Herbert Marcuse, Wright Mills, Erich Fromm, Jean Whal, Maurice Duverger, Karel Kosik, Ralph Milliband, Eric Hobsbawm, Rossana Rosanda, K.S. Karol, István Metzaros.

Dicha apertura sigue vigente, de manera renovada. “La Facultad es más grande, la oferta ha crecido, así como la de los intelectuales y analistas, antes venía Marcuse, ahora invitamos gente como Manuel Castells, uno de los autores más citados en el mundo. Estamos preocupados por tener proyectos conjuntos con universidades de Europa y Estados Unidos, así como porque nuestras ciencias sociales estén abiertas al pensamiento que hoy existe en el mundo. Lo que queremos es promover la movilidad de los estudiantes y los profesores, no sólo proponer conferencias o pláticas, y lo estamos haciendo con los recursos que hoy tenemos al alcance”, refiere el director.

Hacia el siglo XXI

En los años 70 existía una forma de ver las Ciencias Sociales, misma que se reflejaba en los planes de estudio.

Ciertos tópicos marcaron la visión del proyecto educativo, por ejemplo, predominaban las ideas de Louis Althusser, filósofo marxista estructuralista. En el nuevo siglo, esta visión ha cambiado y por ello se creó un plan de estudios a finales de los años 90, mismo que se ha ido actualizando.

“Se hablaba de la lucha de paradigmas y se decía que cada corpus teórico tenía una estructura teórica y eran distintas entre sí. Lo que nosotros tratamos de hacer hace más de una década fue cambiar la concepción, sin duda fue realmente importante cambiar los planes de estudio”, dice Castañeda.

En ello coincide Gerardo Estrada, presidente de la Asociación Nacional de Egresados de la Facultad. “Auguste Comte, cuando fundó la sociología, decía que el orden haría posible la solución de los problemas sociales. Ahora, Pierre Bordieu, uno de los sociólogos más importantes del siglo XX, dijo que estamos al revés, que las ciencias sociales tienen que comprender el desorden, descifrar en el caos y en la anarquía aparente, las claves del funcionamiento. Esto es un cambio muy importante que tiene que asimilar la facultad y que ocurrirá gracias a sus profesores”.

Logros y necesidades

El año pasado se rompió récord en la historia de la Facultad, se tuvieron más de 800 titulados, aunque se desconoce si corresponden a la última generación o son de otros años, por ello, dice el director, no es fácil precisar cuántos alumnos se titulan por cada ciclo escolar. Sin embargo, la cifra es alentadora y se buscará que el número crezca.

“La Facultad está al límite, sería bueno que sigan creciendo nuestras disciplinas en otras instituciones. En este momento tenemos poco más de 7 mil 500 alumnos en el sistema escolarizados, en el sistema abierto poco más de 3 mil y como 300 estudiantes de posgrados”, dice Castañeda

En los últimos años, los estudiantes han manifestado sus necesidades al director, las cuales, a decir de Castañeda, tienen que ver con cuestiones como la saturación de los baños, las escaleras de emergencia, la seguridad en el campus, los servicios bibliotecarios y el servicio de fotocopias.

La planta docente tiene más de mil profesores de asignatura. El problema es que están envejeciendo, en el último año fallecieron nueve académicos. “Tenemos la necesidad de renovar la planta, tenemos pocos jóvenes. Es importante contar con profesores con una larga trayectoria, pero los jóvenes son los más activos en apoyar ciertos proyectos o en echarle ganas a la hora de hacer reformas. Una de las cosas en la que estoy interesado es en renovar la planta académica, con jóvenes de primer nivel y todos tienen que tener doctorado”.

Egresados

Esta Facultad ha producido gente de diversas ideologías, ubicada en la vida política del país, profesionales con un espíritu progresista que han sido generadores de cambio y que han jugado papeles determinantes en la sociedad.

Entre los egresados destacados están José Woldenberg, Jacqueline Peschard, Gerardo Estrada, Rosa María Mirón Lince, Carmen Aristegui, Andrés Manuel López Obrador, Rosario Green, Federico Reyes Heroles y Alfonso de Maria y Campos, entre otros.

“Ha sido muy activa en los movimientos sociales, todos tenemos vocación de políticos en mayor o menor medida. A mí me tocó vivir en una de las mejores épocas de la Facultad, tuve clases con gente como Rafael Segovia, Gabriel Careaga. Estuve entre 1964 y 1970, viví el 68, que fue la gran tragedia, pero también la gran aventura existencial”, recuerda Gerardo Estrada, quien ha tenido una destacada carrera en el ámbito cultural, pues actualmente es director del Festival de México.

Para Rosario Green, quien fue titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y actual senadora, una vez que las distintas carreras se fusionaron como una escuela especializada en el campo de las Ciencias Sociales, se logró una de las mayores aportaciones al país. “Los egresados estamos muy orgullosos de haber estado en sus aulas, la Facultad ha aportado mucho y ahora enfrenta el reto que ha propuesto nuestro rector, José Narro, pensar en políticas que beneficien al país. Como estudiante, proveniente de Morelos, me enfrenté a un choque cultural, pues me enfrenté a un mundo en donde predominaban las ideas, esa etapa me marcó como ser humano y como profesional”.

Jaqueline Peschard, comisionada presidente del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, sostiene que la Facultad ha tenido dos misiones en la vida social: la formación de los estudiantes de Ciencias Sociales, que hoy reclama de innovaciones y renovaciones; y la presencia en la opinión pública con relación a las cuestiones políticas.

“En la Facultad se ha generado el análisis político y social, que debe ser más reconocido. Lo que conocí en la Facultad fue el México real, conformado por muy distintos sectores sociales, con distintas creencias, un espacio de la diversidad social y pluralidad política. Uno de los retos de las nuevas generaciones será que se conviertan en voces autorizadas en todos los dilemas sociales económicos y políticos”.