Tú que tienes los ojos como caminos de
Dios.
Que los tienes como atardeceres en los ventanales de mi casa
(ahí, frente a los árboles/que reciben el viento que llega desde el campo).
Tú que tienes los ojos como un Domingo/como uno de esos días esperados desde la infancia.
Que los tienes poblados de sueños/y de cuentos deslumbrantes.
Tú que miras con esa lejanía/con que se miran las cosas supremas.
Tú que tienes esos ojos/ dime:/Qué es eso algo triste/que está andando por las calles?
Lo que nos despierta –a veces-/en medio del sueño/con grandes lágrimas.
Aquella pesada hoja que cae/y se demora en la frente.
Dime despacio/el nombre del niño de los pómulos violetas/que afronta una mudez aciaga.
Tú que tienes los ojos poblados de cielos/que los tienes repletos de ansiedad.
Repite esas palabras tenaces/-y tan débiles-/que llenan las horas sin horas.
Muchacha, repítelas.
Que los tienes como atardeceres en los ventanales de mi casa
(ahí, frente a los árboles/que reciben el viento que llega desde el campo).
Tú que tienes los ojos como un Domingo/como uno de esos días esperados desde la infancia.
Que los tienes poblados de sueños/y de cuentos deslumbrantes.
Tú que miras con esa lejanía/con que se miran las cosas supremas.
Tú que tienes esos ojos/ dime:/Qué es eso algo triste/que está andando por las calles?
Lo que nos despierta –a veces-/en medio del sueño/con grandes lágrimas.
Aquella pesada hoja que cae/y se demora en la frente.
Dime despacio/el nombre del niño de los pómulos violetas/que afronta una mudez aciaga.
Tú que tienes los ojos poblados de cielos/que los tienes repletos de ansiedad.
Repite esas palabras tenaces/-y tan débiles-/que llenan las horas sin horas.
Muchacha, repítelas.