Hoy cumples años y no sé qué regalarte. Ni siquiera sé si te gusta cumplir años y recibir regalos. Ni siquiera sé cómo felicitarte. Vamos a pretender que hoy no es hoy, sino que es un día cualquiera. En este día cualquiera no te voy a dar regalos, ¡ni que fuera tu cumpleaños!, pero ven, vamos a caminar bajo la lluvia imaginaria con tu paraguas rojo y el mío amarillo, ¡ya viste eso!, es un búho, ¡cuidado!, creo que te quiere comer (ahora somos gusanos), te diría que corras, pero somos gusanos, hazte la muerta. ¡Fiuf, ya somos humanos otra vez! Mira, no sé como decirte esto sin sonar cursi, pero me caes muy bien. Está muy bonito tu pelo, y me caes muy bien. Me alegra que hagas cosas como las que haces, que sepas de letras, de libros, de canciones, de colores, de risas y llanto. Me gusta que sabes tanto. Me parece increíble que tengas tantas raíces, que las cuides y protejas; me gustan tus ojos y tus orejas. Sé que a veces te entristecen cosas, sé que a veces te sientes sola, pero me gusta que aún así eres noble y sonriente, fuerte. Eres muy valiente.
Toma esta rama, no significa nada, pero es que no supe qué regalarte en tu cumpleaños.