Otra vez
soñé contigo y te odio por eso. Te soñé y eras la misma, la mía.
Otra vez
soñé contigo, que te amaba y tú me amabas. Verás, cuando en mis sueños te
sueño, no eres tú, no soy yo, somos un par de desconocidos que viven otra vida
en la que sí nos quedamos, sí nos reímos, sí cumplimos la promesa de “para
siempre”. Y nos miro ahí, tan tranquilos, tan completos, sin miedo a
nada.
Corrijo
entonces, no soñé contigo, ni conmigo, anoche soñé con lo que nunca fuimos.