Pues en una negociación más difícil que la que tuvo México frente a Trump, logré que me dieran unos días de vacaciones. No todos porque en unos días tendremos mucho trabajo. Lo único que no nos había dicho nuestra directora es que es trabajo derivado de mentiras y corrupción. Así es, se estarán autorizando los libros de texto para tercero de secundaria de ciertas editoriales, al criterio de mi jefa ya que no existió un verdadero proceso de evaluación.
Ante estos hechos de corrupción me enteré que la subdirectora dice que no se puede decir nada aunque estemos en desacuerdo, que nosotros debemos seguir órdenes. Mejor ya ni ver qué observaciones le hace a los libros de Formación Cívica con ese tipo de pensamiento.
