
Atravieso la habitación
hasta la última pared
hasta la última ventana
hasta el último sol rosa con sus brazos
alrededor del mundo
con sus brazos alrededor de mí
escucho a la garza y su susurro de muerte
y los ásperos pensamientos de las cosas del mar
hechas casi de piedra;
esta imagen cuarteada como el alma
garabateada con moscas,
mis lamentos y mis maldiciones
son como las de un puerco,
sol rosa
odio tu santidad
cuando arrastras tu dorada cruz de vida
mientras mis dedos y mis pies y mi cara
aceptan dormir con la puta de tu apetecible mujer
algún día morirás por nada
de la misma forma en que
yo he vivido.
Bukowski.