Hoy, he aparcado en un hueco muy pequeño, con una sola maniobra y muy deprisa. Cuando he salido del coche, un hombre se me ha acercado, me ha aplaudido y me ha dicho que había venido a comprobar si yo realmente era una mujer.
Hoy, he pisado mierda. En el pasillo de mi casa. Era humana. Y sí, iba descalza.
Hoy, me ha pasado lo más surrealista del mundo: Mientras donaba sangre, un chico se ha levantado de su camilla, y con algodón y todo en el brazo ha salido corriendo y me ha robado el bolso. A los diez metros, se ha caído al suelo de bruces. Se había desmayado.
Ayer, me encontré a mi compañero de piso, ultrareligioso, pinchándome los condones. Su respuesta "así es como si no los utilizaras y no irás al infierno".
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