Parece raro pero no he tenido muchos apodos durante mi vida. Pero desde secundaria les decía a todos que me dijeran Ángel (por ángel caído). Mis lecturas religiosas y mi forma de ser ayudaban mucho y así es como me decían.
En la universidad esa tendencia continuó, pero ante la creación de mi primer blog "Dios, fue el primero en saberlo", muchas personas empezaron a decirme Dios.
Sin embargo, mi persistencia por Ángel Caído se ha mantenido y así seguiremos.