Por Juan Villoro
En México hay tres clases de basura: orgánica, inorgánica y
electoral. El voto que depositamos en las urnas parece seguir un peculiar rumbo
de desecho.
El pasado 1o. de julio salía de la casilla cuando se acercó
el vendedor de periódicos de la esquina. "¡Otra vez me voy a quedar sin
votar! No hay casillas especiales", su tono combinaba la desesperación con
la impotencia. Un observador del IFE le informó que la casilla especial más
cercana estaba a unos 20 minutos en coche, en avenida Aztecas, junto al almacén
Soriana. "Apúrese que se acaban las boletas", agregó. Eran las 12 del
día.
El diálogo resume una elección enviciada. La escasez de
casillas especiales impidió que mucha gente votara. La mención de Soriana alude
a otra parte del drama: en varios municipios el PRI compró el voto a cambio de
100 pesos de monedero electrónico en esa tienda. El lunes 2 de julio se
vaciaron los anaqueles del Soriana de calzada Ignacio Zaragoza. Esas repisas
sin nada son una metáfora del delito electoral.
A las 11 de la noche, una amiga que era secretaria de
casilla en la colonia Condesa habló para decir que seguía ahí porque
encontraron 12 votos más de los registrados en el padrón. Cuando Leonardo
Valdés apareció en televisión (media hora antes de lo previsto, tiempo clave cuando
se valoran miles de datos) ella continuaba en la casilla. El Consejero
Presidente del IFE no justificó su precipitación para dar resultados mientras
los votos se seguían contando. Tampoco aclaró que las 7,500 casillas que se
tomaron en cuenta eran una muestra y no representaban el conteo final.
Josefina Vázquez Mota rompió récord de velocidad para
aceptar su derrota. El PAN, el IFE y el presidente Calderón estaban dominados
por la prisa. De acuerdo con Martín Luis Guzmán, el verbo que conjuga la política
mexicana es "madrugar". Eso explica las urgencias del domingo. La
realidad era decidida antes de ocurrir.
En 1988 Manuel Bartlett (incomprensible candidato al Senado
por el PRD) anunció la "caída del sistema" en beneficio de Carlos
Salinas de Gortari. Hoy en día un fraude cibernético de ese calibre es
imposible. La suciedad de la elección se mide de otro modo. Durante meses, el
PRI ofreció despensas, materiales de construcción y pago directo a cambio de
votar por Enrique Peña Nieto. La red está llena de evidencias al respecto,
incluyendo la filmación de un operativo de compra de voto en una casilla en
Villagrán, Guanajuato.
En dos colonias de Monterrey (Paso del Águila y Lomas
Modelo) se robaron urnas a mano armada. Cuatro personas fueron arrestadas en
Jalisco por tener boletas en su poder. En Playa del Carmen, Quintana Roo, la
falta de casillas especiales llevó a una protesta de 800 ciudadanos; la
respuesta de la autoridad fue arrestar a uno de los inconformes, procedente de
Monterrey. En Taxco, Guerrero, el PRI instaló cincuenta casas
"amigas" para ofrecer regalos a cambio del voto. Los testimonios se
multiplican...
José Krafft siguió la jornada en una casilla de la colonia
Cuauhtémoc, cerca de la Embajada de Estados Unidos. En Facebook reportó lo siguiente:
"Increíblemente, en pleno Siglo XXI-2a década, ahí estaban los mapaches,
con corte de soldados a la brush, corbatas y trajecitos de terlenka, o con
porte casual con gorritas y pins del Partido Verde, en autos con placas del
Estado de México, intimidando y tomando fotos y video como policías chinos a
los que los detectábamos desde la casilla electoral, hablando en radios de
corta frecuencia y haciendo grupitos en las dos esquinas de la calle...".
Las denuncias rebasan el territorio nacional. Más de 50 mil
mexicanos se anotaron para votar en el extranjero pero faltaron boletas. En
cambio, sobraron en otros rumbos y algunas fueron encontradas por el FBI en
Estados Unidos.
Al día siguiente de las elecciones, un empresario griego que
vive en Cozumel me comentó: "¿Cómo es posible que siempre ganen los
peores? En Cozumel el PRI ya se robó todo. Para seguir robando le han puesto
tenencia... ¡a las bicicletas! A mis empleados les dieron a escoger entre botes
de pintura o un tinaco para votar por el PRI. Grecia está muy mal. La culpa es
de los turcos, que nos dominaron 300 años. ¿De quién es la culpa de que ustedes
estén así?".
La mayoría de las irregularidades apuntan al PRI y el Trife
debe actuar en consecuencia. De acuerdo con Alianza Cívica, el 28.4% de los
votantes estuvieron expuestos a la compra o la coacción del voto.
Por el momento, tenemos dos representaciones opuestas de la
realidad: las redes sociales informan de un país corrupto, incapaz de votar en
libertad, y la televisión comercial celebra el éxito de una "jornada
ejemplar". En esta esquizofrenia nos preguntamos adónde va a dar el voto.
Sólo si la elección se limpia y se investigan los copiosos
delitos electorales sabremos que nuestra voluntad no fue a dar a la basura.