He estado de cerca en el proceso de que dos amigos que andaban se han dejado. Ella con dos hijos, divorciada y con la esperanza de que había encontrado a una persona especial. Él, el hombre especial, sólo se quería divertir y nunca le interesó comprometerse ante un gran paquete que era educar a dos niños que no son suyos.
El problema aquí es que Él nunca fue sincero, le hubiera dicho que sólo quería cojérsela y ya, que sus sentimientos le importaban un pepino y bueno, le hubiera aclarado que si mandaba a la calle a los niños entonces podría pensar en algo serio con ella.
Ahora que escribo lo acontecido me doy cuenta, porque la gente no es honesta. Uno definitivamente no puede hacer que lo complejo y conflictivo que quiere actuar nuestro cerebro, pueda ser aplicado en nuestra trágica y dos caras sociedad mexicana.
Me aburro.
Ángel Caído