No sabía como empezar a escribir en este post. Lo retrasé mucho, supongo que no estoy tan a gusto con lo que quiero escribir, no me culpo ni me justifico, ya es mucho tiempo en que no he tenido suerte en nada y la verdad es que ya estoy harto de pequeños chispazos que en ocasiones me da la vida.
Posiblemente eso es lo que permite que el pobre e ignorante aguanta tanto maltrato. Supongo que de ellos salió la frase de que "dios aprieta pero no ahorca". Pero yo no quiero ni que me ahorque ni que me apriete, no quiero cosas que me afecten y recibir en ocasiones algunas satisfacciones me termina molestando más, por su carácter de efímero. Al diablo entonces dios y sus pruebas.
El lunes tuve una reunión con Sofía y Daniel, se sintió maravilloso. Si todos pudiéramos hacer lo que nos gusta sin preocuparnos por el dinero, este ya sería el paraíso.
Para el martes me escribió Eunice, nada más que contar, ignoré su mensaje y continué con mi vida.
El miércoles fue un día perdido, una llamada que nunca llegó. Esa manera que juegan con tus emociones me molesta en verdad.
El jueves reiteré que la familia es lo único estable en la vida, además se muy bien que tengo la mejor madre del mundo. Por supuesto no podía dejar de mencionar a Liz, no entiendo cómo pueden sobrevivir personas como ella, sobretodo ante tanta maldad en el planeta.
Hoy, hoy únicamente estoy esperando y creando nuevas esperanzas. Nada llegará de todos modos.
La vida apesta y el que la inventó es un pendejo