lunes, 5 de marzo de 2012

Pensando


Colecciono miradas y caricias que no necesito pero agradezco. Apilo libros que nunca leo y tiro las películas antes de verlas. Recuerdo sólo las cosas que me convienen y me deshago de todas esas personas que no me sirven para nada. Ninguna me sirve para nada. Cuestiono constantemente la existencia de Dios y me burlo de aquellos que temen ser condenados al infierno. 

Me río de la gente que apoya movimientos y causas sociales. Idiotas con dinero y tiempo libre. El existencialismo me parece absurdo. Pienso que la forma más natural de ser es no siendo nada, por eso desconfío de las personas que sueñan con ser famosas, con trascender: me provocan una sensación muy rara, algo entre asco y risa.

Estoy lejos de creer que los hombres puedan ser románticos, todas sabemos que sólo quieren meter el pito y salir corriendo. Total, siempre terminarán enamorados de la puta que les hable más bonito. Lo sé por ser la puta que habla más bonito.

Sólo existe un alguien al que haya querido más que a mí... y a ese alguien lo quiso más la muerte.