lunes, 5 de marzo de 2012
Abandono
Un niño juega en un patio oscuro y como lleno de hollín. Ha rodado la pelota
que se ha desprendido de sus manos, y ésta bien pudiera perderse. También ya ha
habido un objeto perdido, en días anteriores. Con el objeto perdido él hubiera
podido haber entrado en la ciudad, eso ya él no lo olvidará jamás. Fue una
oportunidad de entrar en lo maravilloso, una oportunidad con un pequeño objeto, y
ya eso no se volverá a repetir jamás. En esta Playa Albina, a veces él recorre
sus calles vacías y arenosas con la impresión de un mundo donde sólo está la
marca de la ausencia. El recorre y recorre esas calles, constatando, a veces
saboreando (¿por qué saboreando?, ¿es que con esa ausencia de las calles él
recobra la nostalgia de su objeto perdido?) eso que pudiera decirse como el lugar
donde falta algo. Es decir, ¿hay como un túnel, y en ese túnel hay como un
pasadizo entre el objeto perdido de su infancia y la ausencia de estos arenales
albinos por donde él ahora camina? Vuelve el tema del Laberinto. Un hilo para
comunicar la pérdida del objeto de la infancia con lo vacío de la Playa Albina.
¿Aquí es adonde se situará la musiquita del carrito de helados de los nicas?
Lorenzo García Vega