"Llegaron
entonces allá donde se yergue el nopal. Cerca de las piedras vieron con alegría
cómo se erguía un águila sobre aquel nopal. Allí estaba comiendo algo, lo
desgarraba al comer. Cuando el águila vio a los aztecas inclinó su cabeza. De
lejos estuvieron mirando al águila, su nido de variadas plumas preciosas.
Plumas de pájaro azul, plumas de pájaro rojo, todas plumas preciosas, también
estaban esparcidas allí cabezas de diversos pájaros, carras y huesos de
pájaros."
Fuente: Crónica
Mexicóyotl en Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares
(Fondo de Cultura Económica, 1961) de Miguel León-Portilla.