Para el segundo día del Vive Latino casi todo se echa a perder debido a la seguridad de Ocesa, combinado con los siempre educados (me refiero a leídos) policías del DF. Resulta que después de la primera revisión en donde ya te checan si tu boleto es falso o no, había otro reten y volvían a ver la autenticidad del boleto. Pues resulta que a un amigo le dijeron que su boleto era falso y sin oportunidad de explicar, lo agarran en calidad de "esta persona es peor que los narcos". Así que entre 8 policías sacaron a 3 de mis amigos. Después de una hora de espera, intentando hablar con las personas, con unos lentes de más de 2 mil pesos perdidos y con 2 golpeados en costilla y cara, nos dejaron pasar al estilo de "usted disculpe". Una verdadera pesadilla que nos hizo Ocesa.
En el lugar estábamos desde las 12, pero logramos entrar a las cuatro. A punto de iniciar Lost Acapulco, lo que me sirvió para meterme a surfear como en los viejos tiempos. Lo disfruté tanto, me la pasé genial. Mucho slam, muchas chichis y verdadera diversión.
Posteriormente vi a Los Caligaris, no diré más.
Ya había perdido a Mama Pulpa y Amandititita, por lo que mi otra opción era Juan Cirerol y pues que me lanzo.
Como ya había comentado, este año vi como nunca a personas en la carpa intolerante. Por lo que alcancé a ver ahí a Los Infierno.
Algo que me sorprendió fue ver toda la banda que llegó a ver al Haragán, épico escuchar a todos cantar.
En estos momentos andaba medio perdido, consecuencias, me perdí a Foster the People completo.
Kasabian no suena mal, pero ya andaba cansado.
Y por último tocó una banda conocida como Café Tacvba, creo que es nueva, pero a todos vuelve locos.