domingo, 7 de septiembre de 2014

Que asco de vida

Hace unos meses, participando como voluntario en un reparto de alimentos me encontré con un vecino. Yo le traté como a un usuario más aunque me sorprendió verle allí porque desconocía que su situación fuese tan mala. Días después me lo encontré en el portal y me amenazó con partirme la cara si se me ocurría contarle a alguien que le había visto recogiendo alimentos.

Hace unos años, iba con mi mejor amiga por la calle cuando vimos que de lejos yacía un mendigo en la acera, lucía hambriento y sin energías, por lo que decidimos ir a comprarle un pan. Una vez nos acercamos a él y le ofrecimos el pan frunció el ceño y dijo que era celíaco. Acto seguido nos lanzó un escupitajo y nos echó a gritos.

Ayer, estuve con un amigo por la feria de mi pueblo cuando un feriante le preguntó a mi amigo si quería comprarle algo a "su novia". Soy un tío, y ya es la cuarta vez que me confunden con una mujer.

Hoy, a mis 21 años, soy virgen. Hace poco vino una conocida a decirme que estaba embarazada y que yo era el padre. Naturalmente me reí, y ella respondió que hiciéramos una prueba de paternidad para demostrarlo. Hace días llegó el resultado. Es cierto, soy el padre. Estoy acojonado y no entiendo nada.

Hace tiempo, un par de años concretamente, salí de mi casa para dar un paseo en bici y poner unos carteles. Me encontré a un gato atropellado en el carril, así que llamé por teléfono para que lo recogieran. Cuando se lo iban a llevar, le quitaron un collar. Me lo enseñaron. Era mi gato, que se escapó dos días antes y aún lo buscábamos. Yo estaba poniendo carteles con su foto.

Hace unos años, era aquella persona en la cual todos sus amigos podían confiar. Pasé por un mal trago en mi vida que me hizo desconfiar sistemáticamente de todas las personas y tratarlas con desconfianza y prepotencia. En mi puta vida he tenido más amigos o he me he sentido más respetado. Éste no es un mundo para las buenas personas.