lunes, 29 de abril de 2013

Con Gloria







Sobre la vista


Una encuesta mundial develó que casi el 70 por ciento de la población mundial preferiría renunciar a 10 años de vida o incluso sacrificar alguna de sus extremidades a perder la vista, sin embargo, solo un tercio de ellos adopta medidas básicas para conservarla. ¡Abre los ojos! Esta iniciativa fue desarrollada de forma conjunta con expertos en el cuidado de la visión de todo el mundo y avalada por 147 profesionales de la salud ocular de 26 países, De esta manera, Bausch + Lomb, a través de KRC Research, llevó a cabo una encuesta entre 11.000 consumidores de Brasil, China, Francia, Alemania, la India, Italia, Japón, Rusia, España, el Reino Unido y los Estados Unidos. El estudio revela nuevos detalles sobre el estado de la conciencia, actitudes y comportamientos relacionados con la salud ocular como los que enlistamos a continuación: 1. Los ojos son más que una ventana del alma. El 80 por ciento de los casos de deterioro visual podrían prevenirse si se detectasen de forma temprana[1], pero los resultados revelan que el número de personas que se someten a revisiones regulares de la vista es aún insuficiente y que los motivos para hacerlo varían drásticamente. “Para muchas personas, los ojos son el espejo del alma. Sin embargo, para los profesionales sanitarios, los ojos son el reflejo del estado de salud general”, afirma el doctor Cal Roberts, jefe médico de Bausch + Lomb. 2. El estado de salud de los ojos puede determinar más de 100 síntomas de otras enfermedades. Esto se debe a que los ojos son órganos en los que se puede observar el estado de las venas y arterias de cada persona, lo que permite a los profesionales de la oftalmología detectar más de 150 signos de enfermedades tales como la diabetes, el colesterol alto o la hipertensión incluso años antes de que el paciente manifieste otros síntomas. 3. Detección temprana. La importancia de visitar al oftalmólogo de forma regular evita enfermedades oculares graves tales como cataratas, degeneración macular o glaucoma, así como las altas probabilidades de detectar de forma temprana otras posibles afecciones crónicas. 4. No hay cultura de salud ocular. Un 68%de los encuestados afirma estar al tanto de lo importante que es la salud ocular, si bien esta afirmación se contradice por el hecho de que solo un 21% de ellos se sometió a revisiones oculares regulares en los últimos cinco años. 5. Las mujeres cuidan más su vista. Un 94% de los profesionales del cuidado de la visión afirma que las mujeres dedican más atención y cuidados a los ojos que los hombres. Las mujeres presentan una mayor probabilidad a adoptar medidas para proteger la visión, como usar gafas de sol (el 81% de mujeres frente al 77% de hombres), comer sano (el 82% de mujeres frente al 75% de hombres) y no fumar (el 79% de mujeres frente al 73% de hombres). A su vez, las personas casadas presentan también una mayor probabilidad, respecto de las personas solteras, a someterse a revisiones completas de la vista en el último año (el 46% de casados frente al 38% de solteros). 6. Ver para creer. En cuanto a aquellos que no se han sometido a revisiones regulares de la vista, un 65% afirma no haber visitado al oculista por no haber experimentado ningún síntoma y un 60% por considerar que goza de una visión nítida, lo que sin duda constituye un razonamiento peligroso, dado que las enfermedades de la vista pueden desarrollarse sin que existan síntomas perceptibles por el paciente. 7. No hay suficiente información.Un 97% de los médicos encuestados en todo el mundo considera que la población general no tiene conocimientos suficientes sobre la salud ocular. 8. Si no hay dolor, la gente no va al médico. Un 44% de los encuestados admitió haber pensado que no necesitaba una revisión ocular a menos que existiera un problema, mientras que un 42% admitió haber pensado que, si podía ver, es que tenía los ojos sanos.” 9. Visita al oftalmólogo, solo si se necesitan lentes. Casi 4 de cada 10 (exactamente un 39%) admitieron creer con toda sinceridad que el único motivo para visitar al oftalmólogo era si se necesita corregir la visión. 10. Abran los ojos, hay que derrumbar mitos. Es de suma importancia difundir y corregir todas estas falsas ideas, la revisión ocular debe realizarse cada año. En cuanto a la salud ocular, un 30% de los encuestados manifestó que si no dolía es que no era grave. [1] Organización Mundial de la Salud. Estadísticas de deterioro de la visión a escala mundial. 2010

Una oportunidad


Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino.

Entonces, se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca.

Algunos de los comerciantes mas adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta.

Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.

Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino.

Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, el notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca.

La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino.

El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.
Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.

domingo, 28 de abril de 2013

Que asco de vida

Hoy, en el ordenador de mi oficina, se me abre una ventana de Skype. Es María que me dice: “No soporto al nuevo. Espero de verdad que no tengamos que currar juntos en el expediente X”. María, es mi compañera que, evidentemente, se ha equivocado de ventana en Skype. El nuevo soy yo. 








viernes, 26 de abril de 2013

Necesito un amor


Un amor más allá del amor,
por encima del rito del vínculo,
más allá del juego siniestro
de la soledad y de la compañía.
Un amor que no necesite regreso,
pero tampoco partida.
Un amor no sometido
a los fogonazos de ir y de volver,
de estar despiertos o dormidos,
de llamar o callar.
Un amor para estar juntos
o para no estarlo
pero también para todas las posiciones
intermedias.
Un amor como abrir los ojos.
Y quizá también como cerrarlos.

lunes, 22 de abril de 2013

Recordando

El pasado sábodo fui a un toquín de ska en un lugar algo chafa sobre Paseo de la Reforma, allí pude ver varias bandas pero en general el plato principal fue La Tremenda Korte, Los Victorios y Los Estrambóticos. Con seis horas de música quiero contar que terminé muy feliz por lo que ocurrió en el lugar. No vi ninguna banda que no se entregara al público y el sonido era impecable.

Sin embargo, la razón del post no es para reseñar el concierto, sino para contar un poco de mí. Tenía años que no asistía a un concierto netamente de Ska, contrario a hace 10 años o más cuando no dejaba ningún concierto sin ir. Concierto de Ska que había, ahí estaba sin importar las distancias y circunstancias.

El caso es que volver a revivir todo aquello me llevó sin duda en pensar en muchas personas que han dejado de estar en mi vida, pensé en lo mal que me ha ido en el amor y sobretodo pensé en lo mucho que me divertía con estas canciones, lo mucho que me enseñaron y lo mucho que extraño hacer algunas cosas. Esto tendrá que cambiar, que ocurran cambios y que viva la música.

No hay casi videos de lo que ocurrió en el lugar, pero dejaré algunas rolas que se tocaron allá y que me pusieron a bailar y cantar como loco.









Me encantó que cantaran ésta última y más que cantarla la grité y nuevamente será mi himno.



Donde quedaron mis temores? 
se los ha llevado el tiempo 
no estan en mi bolsillo 
no me están doliendo 

Me fuí caminando, caminando lento 
Creí que mi cuerpo era tu silencio 

En medio del miedo, fuiste otro intento 
Que cayó muerto antes del comienzo 

Llego del infierno y salgo del naufragio 
Hoy estoy dispuesto a empezar de nuevo 

He vuelto a la calle y he vuelto a buscar 
En esta epidemia soledad 
( 2 veces) 

Ha vuelto la tarde y te he vuelto a extrañar 
Hay una epidemia de soledad 

Otro amor nunca ganado, un amor siempre perdido 
Ya te he olvidado y he sobrevivido 

Rumbo al olvido, soy un pasajero 
En cuerpos ajenos busco el remedio 

Ponerse disfraces, hablar con el aire 
Buscar por el suelo recuerdos de nadie 

He vuelto a poner, santos de cabeza 
He vuelto a traer mi alma en oferta 

He vuelto a la calle y he vuelto a buscar 
En esta epidemia soledad 
( 2 veces) 

Ha vuelto la tarde y te he vuelto a extrañar 
Hay una epidemia de soledad 

Quedan errores y mentiras, mis noches perdidas 
Queda el silencio del olvido y la prisa 

Datos, direcciones, en las servilletas 
Telefonos, nombres y a citas a ciegas 

Mil besos de sobra, salud y fracaso 
La alfombra rosa de un hotel de paso 

Con cuanto cuidado me voy destruyendo!!!! 
Todos me ven muy bien pero me estoy muriendo


Te inventé


Ese día preparaste pancakes. No había miel, pero no me importó. Desayunamos juntos y me contaste que tenías poco trabajo, que podíamos salir más temprano e ir al cine a ver la última película de Gael García Bernal. Te gustaba complacerme. Yo sonreí.

El agua estaba helada porque se nos olvidó pagar la cuenta del gas. Nos bañamos a gritos y corrimos desnudos por el pasillo en busca de toallas limpias. Siempre fuimos un desastre juntos.

Llegamos tarde al trabajo como de costumbre, pero como de costumbre, nadie se dio cuenta. “No te amo”, decía tu segundo correo. “Yo también te odio”, respondí.

¿Almorzamos juntos?

Te encontré al otro lado del edificio. Fumabas un cigarrillo y estabas ordinariamente guapa. La pizza estuvo deliciosa y la cerveza, refrescante. Te dije que podíamos alcanzar a la función de las siete mientras pagaba la cuenta.

Esa tarde recibí una excelente noticia por teléfono. Decidí dártela después de la película.
García Bernal estuvo impecable y tú disimulaste tus celos de adolescente sólo porque esta vez también te gustó la película. Nos detuvimos en la tienda de la esquina. “Mañana desayunaremos donuts”, dijiste, y yo te besé.

Intento recordar la excelente noticia que tenía que darte pero es inútil. A veces pienso en los pancakes y en la ducha fría y en los correos y en la pizza y en el cine y en los donuts y no sé por qué me resulta estúpidamente perfecto. Es un recuerdo que me gusta inventar o quizás sólo lo robé y ese día sí ocurrió, pero no conmigo.

Nunca fuimos un desastre juntos.

QVMT



domingo, 21 de abril de 2013

Que asco de vida

Hace tiempo, me di cuenta de que en mi cuarto de baño hay un conducto de ventilación que lo conecta con el baño del vecino. Cada vez que él caga, yo lo huelo y viceversa. El olor permanece durante horas porque el baño no tiene ventanas al exterior.

Hoy, acabo de golpear la pared de mi cuarto con la palma de la mano para matar un mosquito. Soy miope y no era un mosquito. Era un saliente de un clavo. Sí, estoy en el hospital.

La semana pasada, dando una vuelta por un campo a las afueras me di cuenta de que me estaba siguiendo un hombre mayor en bici, así que subí por unas escaleras hasta un mirador. Desde arriba le pude ver, y a otro hombre escondido cerca. Ambos me observaban con el pantalón desabrochado y la polla en la mano. No pienso volver por allí.

Hoy, he comenzado una dieta. Tengo todo el apoyo de mi novio, que me dijo que a ver si volvía a estar como hace unos años, que le parecía perfecta. Hace unos años que superé la anorexia.

Ayer, en mi urbanización llenaron la piscina con vistas a los días de calor que se avecinan. Ayer por la noche me bañé en ella sin que nadie me viera porque me apetecía ser el primero en estrenarla, lo que no sabia es que había echado cloro y peróxido para limpiarla. Adivinad a quién se le esta cayendo la piel a tiras y va a tener que pasar todo el verano sin tomar el sol.

Hace tiempo, dos años aproximadamente, me hice un piercing que deseaba desde hacía mucho, en el pezón. SI, es perfecto y super sexy, el problema es que desde el mismo día que me lo hice, no tuve más sexo. La última persona que me tocó fue el tatuador con guantes, pinzas y agujas.

Hace tiempo, con 12-13 años, en la clase de ciencias tocaba el tema de reproducción sexual. La conversación se desvió y terminamos hablando sobre las mujeres africanas a las que le cosen los labios. Una compañera muy preocupada levantó la mano: "pero profe...¿entonces cómo comen?". La profesora tampoco pudo contener la risa.

Hace tiempo, que a veces me aburro enormemente teniendo relaciones con mi pareja. Hay días que pido hacerlo con la luz apagada para no tener que poner cara de estar excitada.

Hoy, entrando en casa me he encontrado a mi compañero y compañera de piso follando como locos en el salón. No me hablan porque dicen que no les dejo tener intimidad. Perdón por entrar a mi casa, chicos.

Hoy, uno de mis alumnos de bachillerato me ha dicho que necesito un polvo. Lo que no sabe es que está en lo cierto.



viernes, 19 de abril de 2013

Una despedida

Nuestro límite siempre fue el cielo, tal vez ese fue el problema, mi problema, no haber podido abrirlo para decirte cuánto te quería. Me siento a escribir, a repasar, sobre todo a repasar cada uno de los días que nos vimos a los ojos. También repaso las pocas veces que recorrí tu cuerpo como si me perteneciera. Y sonrío. Nos despedimos una vez, dos veces, tres veces sin hacer caso a la victoria de la tercera. Y pasó. Nos marchamos. Después lloré porque no hay manera más bonita de limpiar el alma que el llanto por amor. No tuve que perderte para darme cuenta de cuánto te quise, de cuánto te quiero, yo lo supe desde el principio. También, que te irías primero. Y no me importó. Porque esa intuición rugiendo en mis adentros me rompía las alas que me costó tanto tiempo reparar. Y seguí. ¿Recuerdas la noche que nos despedimos? Había mucho ruido en el bar y también adentro de nosotros, pero nos manteníamos en silencio como si ya nos hubiéramos dicho todo. Mentíamos para parecer soportables. Y pudimos porque yo no quería irme. Tú tampoco. ¿Recuerdas el tamaño de mi silencio? No hablé por miedo a que se me cayera la lengua; mi corazón estaba ya seco y debía cuidar al menos lo que me quedaba, porque ni roto en pedazos dejaría de quererte un poquito de todo lo que, tristemente, ya te quiero. Y me odio. ¿Recuerdas mi mano en tu pecho, en tu capital, en tu centro? Buscaba amarte tan fuerte que te rompieras, gritarte tan resuelta que te quedaras sorda, pintarte el mundo de rosa, que te quedaras. Y fue insuficiente. Siempre tuviste razón cuando decías que las noches eran naranjas, que las flores se agradecían regalando más flores, que el mundo no es tan malo, que el sonido de dos copas cuando se juntan es de los más memorables, que una mujer tocando saxofón es buena idea, que el vodka con limón es otra buena idea. Siempre tuviste razón cuando decías que los besos son el preludio de la locura. Y siempre te creí. Entonces me despido leyéndome en voz alta y esperando que te reencuentres conmigo. Tal vez para ese entonces descubras que nunca te fuiste. Y yo sí.

lunes, 15 de abril de 2013

Tamara






En 1456


Los turcos conquistaron Atenas. Un terremoto en Nápoles dejó 35.000 muertos. Se culpó al cometa de numerosos nacimientos de animales monstruosos, del nacimiento de niños con el síndrome de Down, terremotos, enfermedades y una extraña lluvia roja.

QVMT



sábado, 13 de abril de 2013

Que asco de vida

La semana pasada, el profesor de informática de mi facultad conectó su tablet al proyector para poner unas diapositivas. En cuanto abrió el historial salió porno a mansalva. La gente obviamente se empezó a descojonar. El tío nos castigo por comportamiento infantil.

Hoy, en la faculta de Comunicación Audiovisual de la UCM, ningún ordenador de la biblioteca tiene instalado ningún programa capaz de reproducir vídeos.

Hoy, mi madre me dijo que si aprobaba todas las asignaturas me compraría una PS3. En realidad ya tengo una PS3 que me compré hace 2 años, sólo que mi madre cree que es una PS2.

Hoy, al abrir mi libro de Inglés, he visto cosas escritas como "mencantas", "TQ" e incluso "llamame guapa" junto a un número de móvil. No sé quién ha sido el pedazo de cani que lo ha escrito ni cómo lo ha hecho para escribir todo eso en mi libro, pero estoy tentada a llamar.

Ayer, me enteré de que un chico se había quedado tetrapléjico al caerse de una silla mientras se balanceaba en el instituto. Por una caída tonta se va a quedar así toda su vida. Yo pensaba que era una excusa para mantener a los alumnos quietos.

Ayer, mi madre se volvió a quejar de la cantidad ''exagerada'' de papel que gasto. Tras vaciar mi papelera, cogió uno de los pañuelos usados y se sonó con él. ''¿Ves como no tiene nada?'' dijo antes de sonarse con mi flujo.

Ayer, vi unas fotos de mi madre y sus hermanos de pequeños. Al ver a mi tía, todo el mundo creía que era yo de lo que nos parecemos. Ella es una gitanilla gorda y malhumorada. Yo ya estoy a dieta.

Hace unos meses, nos mudamos de casa. Uno de los primeros días viviendo ya allí, me entró un apretón y cerré la puerta del baño mal. ¿Que cómo me di cuenta? Cuando ya estaba en plena evacuación, entró mi padre con dos obreros para darles instrucciones sobre cómo montar un lavabo. Resultado: mi padre en shock, yo sin saber dónde meterme y los obreros descojonados.

Ayer, estaba mi madre en el ordenador y cada vez que me acercaba a mirar lo que hacía cerraba la ventana. Cuando pude conectarme miré el historial (ya que mi madre no sabe cómo borrarlo). Había entrado en el Yahoo respuestas preguntando: "¿Cómo saber si mi hijo es gay?". Mamá, si voy tantas veces en la casa de Juan es para jugar a la Play.

Deportes extremos



viernes, 12 de abril de 2013

Sobre el proceso de escribir


Tantas cosas que disfruto en la vida: los dos minutos finales de un partido apretado de la NFL, las nalgas femeninas, la cerveza fría en la tarde, el olor de las revistas recién llegadas de la imprenta, la risa franca de mi hija, el olor a perro de los perros, el dorado momento en que encuentras un billete arrugado en una chamarra. Así podría pasar horas, enumerando pequeños goces que me harán extrañar este mundo cuando me toque largarme, pero prefiero concentrarme en algo que disfruto y que hago todo el tiempo: escribir. Por mi trabajo y por la época en la que vivo, escribo todo el tiempo. En el móvil. En el Gtalk. En el mail de la oficina. En libretas. En el Twitter y el Facebook –aunque esos pequeños impulsos de escritura duran poco y no producen tanto placer. También de repente escribo artículos de interés general para algunas revistas, o posts como este para mi blog u otros blogs por ahí. Y también escribo ficción. Me gusta producir comedia y un tipo de “ficción especulativa” que no he acabado de definir muy bien. Antes me gustaba mucho el cuento, y luego moví mi energía a la novela. Mis esfuerzos se trasladaron del énfasis en el estilo (un estilo adolescente y arrebatado e irresponsable con el que escribía a fines de los ochenta y principios de los noventa) al disfrute lento y sabroso de la estructura. El gozo irremediable de montar el andamiaje y sobre eso ver crecer la historia, los personajes, a dónde se dirige la acción, observar escenas que la musa te susurró meses o años atrás.
En la construcción de una novela, la proximidad emocional es clave. Sentirte cercano y familiar con una historia y un setting en el que pasarás mucho tiempo es tan importante como sentirte cercano y familiar con una persona con la que compartes una casa. Proximidad emocional, que no devoción (no creo que el apego escriba buenas historias), pero tampoco neutralidad (si desaparecen las ganas de cogerte tu propio libro deberías ponerte a buscar otra historia).

En el proceso de escritura, sin embargo, se entremezclan decisiones frías. Algunos días lejos del manuscrito o una opinión de un tercero ayudan a ver las cosas desde otro ángulo. Con la cabeza fría se juzgan mejor escenas demasiado largas, chistes no tan graciosos, personajes irrelevantes, situaciones que taponean el avance de la historia. Todo esto tiene que ver con la parte de “montar el andamiaje”: estructurar una historia y súbitamente mirar cómo se desenvuelve con fluidez. Esa parte es bella. Casi un jodido milagro, como mirar asombrado que el Frankenstein en el que trabajaste tanto tiempo sí logró levantarse y caminar. It’s alive, dude.
Pero todo esto implica adelantarme a los trucos del tejido de una historia, del oficio artesanal que consiste en lograr que un relato funcione. Estoy dando por hecho que dicho relato tiene un pelo de originalidad, de espontaneidad, de inspiración.
Hoy leí por qué el exceso emocional es esencial para escribir. La premisa básica es: el gran arte se nutre de las emociones más intensas, del terror, del amor desencajado, de la soledad, de las pérdidas. Tiene sentido: la fuerza emocional de escribir bajo la influencia de una mujer que nos rompió el corazón es más poderosa que, no sé, salir a comprar cigarros (o el pan, para el caso). Sin embargo, algo intenso, un exceso puede venir de la anécdota simple de salir a comprar cigarros. Es la energía con la que fabulamos una experiencia. Anaïs Nin, la divina autora francesa, dice que no hay que tener miedo de sentir fullness, pues se trata de una fuerza natural que nos arrastra a las experiencias y después a escribir. Sí: uno puede escribir sobre una o muchas experiencias fantásticas o cotidianas, o solo fabular sobre ellas. Pero lo importante es hacerlo lleno. Pleno. Sin miedo de liberar el fullness.

En el contexto del budismo Shambhala, el fullness de Anaïs bien podría cruzarse con el llamado lungta, una palabra tibetana que quiere decir “caballo de viento”, windhorse, una energía vital que nos conecta con nuestra bondad básica, y que puede cabalgarse y dominarse. El maestro Trungpa escribió: “La experiencia personal de este viento es un sentimiento de sentirse completa y poderosamente en el momento presente”. No he hallado mejor definición de arribar a ese lugar a donde el escritor puede llegar, y llegar solo, completamente lleno de windhorse, ese lugar al que se accede normalmente después de un buen tiempo de experimentar soledad. Y cuando se está ahí, hay que escribir sin ser “miserable con tus pensamientos y sentimientos”, como dice Anaïs.

Lo que un escritor necesita es escribir. Escribir, escribir y escribir. A pesar de que todos te digan que no pierdas el tiempo. O a pesar de que no tengas tiempo. A pesar de que las palabras salgan rancias al principio, o en muchos principios. Escribir da oficio, disciplina y crea hábitos y habilidades esenciales para domar el windhorse. Escribir libera, aniquila el miedo, cura la gripe, el acné, la alopecia, enaltece, es un fin en sí mismo, da “conocimiento, salvación, poder, abandono”, parafraseando a Paz, y “revela este mundo; crea otro”.

Tan importante como tener algo de qué escribir es escribir en las condiciones que hagan sentir mejor al autor. Por supuesto, no hay reglas escritas en mármol, pero sí una serie de ideas básicas que tienen que ver con el ejercicio básico de imaginar una historia y desarrollar las habilidades esenciales para ejercer esa habilidad de manera artificiosa y eficiente en una hoja de papel (o en una hoja electrónica, para el caso).

El cuerpo humano es una masa ordenada de músculos, grasa, líquidos (unos más viscosos que otros), huesos, pelos y otros tejidos. A pesar de que los documentales de la televisión y la “sabiduría popular” (whatever that means) nos recuerda que se trata de una “máquina perfecta”, debemos alimentarla, cuidarla y aceitarla. El hecho de escribir implica ser mindful del cuerpo y estar conscientes del momento presente en el que estamos tecleando o dibujando garabatos en una libreta. No es igual sentar las nalgas en un piso frío y húmedo que en una silla cómoda y seca. No es lo mismo escribir en un cuartucho supuestamente “bohemio” que en una habitación propiamente iluminada y ventilada. El cuerpo del escritor resiente o asiente el sitio en el que se coloca a imaginar sus historias. Leer es un ejercicio mental,  como decía Nabokov, y escribir también; sin embargo, no hay mente lúcida detrás de un cuerpo idiota.

No estoy diciendo que el escritor deba ejercitarse o mantenerse en excelente forma física. Ejemplos sobran de escritores ebrios, panzones y farmacodependientes, alejados por completo de cualquier indicador de salud de la OMS. Existen algunos ejemplos de escritores deportistas, por supuesto, el más notable el del egregio Haruki Murakami,quien además de novelista es corredor de ultramaratones. Pero son los menos. Son eso: caso notables.

Yo me refiero a mantener el cuerpo en una situación idónea para escribir. Habrá quien me diga que el piso frío y húmedo es ideal para él; quizá se trate de un faquir. Los demás escritores necesitamos una serie de condiciones importantes, a saber:
1) Una silla cómoda, 2) Una habitación bien iluminada y ventilada, 3) Una hidratación constante, 4) Un procesador de texto poco intrusivo, 5) Un método de “capitulación” interna, 6) Tiempo para concentrarse.
Las dos primeras, creo, no necesitan mayor explicación. De la tercera condición se puede apropiar el agua, el licor, la cerveza o el café, pero debo decir que, aunque soy bebedor de cerveza al momento de escribir, que una buena sesión no se puede completar sin al menos dos litros de agua. Combinen su whiskey o su absinthe con agua, si quieren, pero agreguen agua a la mezcla. Su cuerpo lo agradecerá.

El procesador de texto es importante. Hace las veces de máquina de escribir de nuestros tiempos, es la página en blanco electrónica y donde todo sucede. Software horrible como Word, lleno de barras de herramientas, distrae y complica. El escritor no necesita acomodar márgenes, elegir tipografías o interlineados de párrafos a la hora de crear un mundo imaginario. Las únicas herramientas esenciales son las que se tienen en el teclado. El uso de bold, itálicas, versales o subrayados son lujos, son add-ons. Cuando los escritores escribían en máquinas de escribir golpeaban una página con las teclas y cada tecla representaba un valor, una letra, un signo, una máyúscula. La edición se hacía más tarde. Es igual con el procesador de textos actual. No necesitas más que poner atención en lo que estás escribiendo. Esto incluye el uso del navegador web a la hora de escribir. Celebro que se use con fines enciclopédicos, como un diccionario de mano, no como una distracción pedorra. ¿Por qué querrías leer tuits idiotas de alguien que no conoces cuando en tu página está naciendo la alquimia peculiar de un mundo creado, imaginario, rico y vivo y tan real como tú desees que sea? Deja los tuits idiotas para otro momento del día. No para el momento de escribir.

En mi experiencia, hay que desconfiar de las aplicaciones que prometen “notas”, capitulación sofisticada o que supuestamente estén hechos a la medida para novelistas. No sirven para nada. A mí me sirve Pages de Mac OS X porque es muy simple. Google Docs es ideal para cuentos cortos; para relatos de más de 100 cuartillas, dificulta la navegación entre páginas porque hay que ir página por página para hallar algo que se escribió uno o dos meses antes.
Ahora, el método de capitulación interna. Es mucho más simple de lo que suena: se trata de cualquier artilugio que permita hacer pausas en el flujo de escritura. Funciona porque proporciona ritmo, un vaivén, da la sensación de movimiento, de picos y valles, de subidas y bajadas. Ejemplos: un cigarro, una chaqueta, una canción, algo en la tele, un libro. Se trata de una pausa ex profeso, un alto voluntario e intencional.

Un cigarro adentro de la página perpetua el momento de escritura. No lo condeno, simplemente no sirve para este propósito porque le da continuum al vuelo. Un cigarro afuera de la página, salir, voltearse, mirar hacia adentro, mirar lo que hay en la calle, y fumar, fumar, fumar, ayuda a romper el ritmo pero de una manera educada. Volver a la página es simple siempre y cuando esa fumareda no se convierta en una peda y la pausa no dure demasiado. La masturbación sirve el mismo propósito; parar y jugar videojuegos treinta minutos, práctica que he hecho en sesiones de más de doce horas de escrituras, revitalizan el ritmo del escritor. Leer tiene el mismo efecto. Poner una película. Cambiar la canción. Muchos escritores escriben con música, y la razón es simple: provee ritmo. Nada más que eso. Olviden el “sabor emocional” de una canción en un capítulo, es más un asunto de ritmo. Yo suelo escuchar 20 o 25 o 30 veces la misma canción. Y luego la cambio. He ahí mi corte. Mi cue. Tiempo de cambiar el ritmo. Escribir es como bailar. Aunque yo quisiera bailar tan bien como escribo. :P

Finalmente, tiempo para concentrarse. El ejercicio de escribir puede ser agotador. Para mí, una sesión de escritura solo puede valer la pena si dura al menos 8 horas. Para concentrarse necesitas el tiempo. La soledad. Difícilmente podrás escribir algo si tienes la casa llena de gente interrumpiendo e irrumpiendo con ruido, ruido que no es el tuyo. Socialmente, esta es la parte más complicada de ser escritor. Nadie en su sano juicio va a entender por qué quieres estar solo frente a una página de papel en blanco que vas llenando poco a poco con letras. Con mundos imaginarios. Con gente que no existe. Y si no lo haces constantemente, diligentemente, se te va a escapar. Tienes que estar ahí, de preferencia a diario, en ese mundo. Ahí, ahí. Tienes que estar ahí. Existe el anhelo oculto de que existiera una fórmula menos dolorosa, que una novela surgiera rápidamente, como meter palomitas de maíz industriales en el horno de microondas. Pero no es así. Escribir es naturalmente lento porque hay que describir personajes, lugares y situaciones. Todo es mental. Y porque hacerlo con las manos cuesta trabajo. Y es pachorrudo. Esa es la verdad. Esa es la naturaleza del oficio. Si has decidido escribir es porque la energía de crear esos mundos imaginarios es más fuerte que tú. Esa es la verdad. Esa es la belleza de todo esto. Pero es un mundo solitario. No me puedo imaginar escribir acompañado. Escribir es un acto de soledad. De ver el mundo interior y ver el mundo exterior, es “juego, trabajo, actividad ascética. Confesión. Experiencia innata”, parafraseando a Paz. “Enseñanza, moral, ejemplo, revelación, danza, diálogo, monólogo.”

domingo, 7 de abril de 2013

Liz hace muchos muchos años




Que asco de vida

Ayer, vino a casa mi exnovio, a rogarme que le explotara los granos de su espalda ya que a su actual pareja le da asco. Acepté, sólo por tocarlo un poco.

Hoy, y desde hace tiempo, la chica de la cual estoy enamorado y que me tiene en la Friendzone, me llama cada vez que está haciendo caca porque dice que mi voz la relaja y la ayuda a evacuar. A veces puedo oír claramente como gruñe por el esfuerzo, hace plof o se tira pedos como truenos.

La semana pasada, estaba con mi novio tan tranquilos y de repente se le puso dura. No sería un ADV si no fuese porque únicamente me abrazó y llevo intentando tener sexo con él de todas las maneras más provocativas.

Hace unos días, cuando he llegué de pasar las vacaciones de Semana santa a 400km de mi ciudad, llamé a mi novio para quedar con él esa noche. Me dijo que no podía, que echaban en la televisión 'The walking dead'. Me cambia por una serie que la puede ver cualquier día en internet.

Hace unos años, 5 concrétamente, salía con una chica preciosa que me dejó sin explicaciones. No volví a saber de ella, me bloqueó en todas partes. La semana pasada, mediante un amigo común, vi fotos suyas en el facebook. Tiene una niña de 4 años. Se parece mucho a mí.

Hoy, vivo en un planeta en el que se tiran miles de toneladas de comida cada día porque está "caducada" y hay 860 millones de personas sin tener que comer. Bienvenidos al planeta escoria.

Hoy, me estaba tomando el café mientras estudiaba para el examen de mañana, cuando se me ha caído la taza en el escritorio. Además de joderme los apuntes, me ha estropeado la calculadora gráfica, el móvil y la tablet, y aún ha quedado bastante chorro para caer encima de la torre que tenía debajo. Sin duda ha sido el café más caro de la historia.

Hoy, me ha llegado el espejo de cuerpo entero que me compró mi madre en el corte inglés cuando hice 13 años. Cuando les preguntábamos por él, decían que ya había salido de la fábrica. Deben viajar hasta Saturno y volver, porque voy a cumplir 18 en tres meses.

La semana pasada, me cargué mi smartphone por intentar liberarlo yo mismo, lo peor es que antes de eso he estropeado mi coche dos veces intentando arreglarlo y no puedo evitar enredar con todo tipo de equipos. Creo que internet debería de estar prohibido para gente como yo, malditos tutoriales. Lo pongo en dinero que es lo que estoy perdiendo.

viernes, 5 de abril de 2013

Tú, muchas veces tú



Todas
las cosas del mundo
surgen de una relación…

en el espacio de
la relación
aparecen las ideas…

no sabía que pensaba eso
hasta que me encontré diciéndolo
en una charla con una amiga.

¿Lo dije yo o lo dijo ella?
¿Es mía la idea?
¿O es de los dos?

Hay ideas
que se construyen 
entre dos personas 

habilidad de completarse 

las frases con conceptos
afines.

discuso colectivo...

ideas que bailan
en el silencio y la complicidad
de la madrugada.

sin embargo


las ideas 

se distancian
con el amanecer

y se van tarareando

en solitario
cada una por su lado

a tal punto que

unos meses después
es más fuerte la sensación

de que uno no tuvo 

conversación alguna

no dijo nada...


simplemente

lo soñó.