lunes, 30 de septiembre de 2013

Enchufe



Pues no le entiendo


Pero ahí esta el bebé de la señorita Eblin

Que asco de vida

Hace unos meses, estando con mi novia en una situación subida de tono, me entraron ganas de defecar. Como quería hacerme una felación, me aguanté. Cuando llegué al orgasmo, me relajé tanto que me lo hice encima.

Hoy, y desde que salgo con mi actual novia me pongo muy canchondo cuando lo hacemos en mi cama, porque recuedo que en ese colchón está la mancha de sangre de cuando desvirgué a mi ex, creo que estoy enfermo.

Hoy, quedé con un chico que me lleva gustando bastante tiempo. Empezamos a liarnos y al rato noté como bajaba su mano hasta llegar a mi entrepierna, de repente dejó de besarme y sacó la mano rápidamente. Se me olvidó que justo hoy me venía la regla.

Ayer, por primera vez quedé con la tía que me gusta desde hace muchísimo tiempo. Es la tía más guapa que he visto en mi vida y está buenísima. Hemos terminado en un hotel, y cuando estábamos a punto de hacerlo, me he desmayado por la excitación.

Hace unos meses, que tengo novio. Es un chico estupendo, pero en la cama en muchas ocasiones se le baja, y se cansa tan pronto y dura tan poco que aún no he tenido ni un orgasmo. Como había visto el anuncio ese de "si tienes problemas, habla con tu médico" fuimos a ver si nos podía ayudar. La respuesta de su médico fue que me aguantara. Gracias, doctora.

Hoy, mi jefe me ha despedido por guiñarle el ojo a su hija, que también trabaja en la oficina. Tengo un tic bastante notorio desde que tengo 5 años. Estoy casi completamente seguro de que lo sabe.

Hace unos meses, Dos exactamente, mis compañeras me odian porque mi jefe me mima demasiado, bromea conmigo y tenemos muy buen rollo. Está buenisimo, me pone a mil, tiene novia y yo todavía tengo principios. Hoy es mi último dia de trabajo.

Hace tiempo, soy guitarrista clásico y llevo meses preparando una audición que podría cambiar mi vida. Hoy, la puerta del tren me ha dejado la mano inservible por lo menos una semana. La audición es en dos horas.

Ayer, me dejó mi novia y estaba tan cabreado con el mundo que al día siguiente tenía un humor de perros. Soy policía judicial, y traté de muy malas formas a un "chico" joven que quería entrar al despacho del juez, él era el nuevo juez, tras aprobar la oposición con 29 años.

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viernes, 27 de septiembre de 2013

Extraño sentimiento


Pensé que ya había dejado de lado a Eunice, sin embargo esta semana he estado trabajando en Reforma. ¿Qué ocurre? Que no pasa un solo día sin que me ilusione y desee encontrármela. Maldita sea. Tan solo este viernes salí tarde del trabajo y al esperar el camión en Reforma no dejaba de remitirme a todas esas noches que salíamos juntos.

Supongo que falta mucho para que en verdad la olvide.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Que asco de vida

Hace tiempo, le he dicho a mi madre que no presta atención a las cosas que hace. Me ha echado una bronca monumental, diciendo que no tengo respeto y acto seguido, en vez del móvil, ha cogido mi calculadora y se ha metido en el baño.

Ayer, mi madre se fue con mi tía a París. Antes de irse, me pidió uno de mis bolsos. Hoy, he descubierto que mi cartera estaba dentro. Es decir, mi DNI, tarjeta de crédito, tarjeta de la seguridad social entre otras cosas, están visitando el Louvre, la Torre Eiffel y Montmatre. Quedan dos semanas para que vuelva.

Hace unos años, cuando tenía aproximadamente cuatro, mi hermano me contó que Santa Claus había muerto. Cuando mis padres le preguntaron por qué hizo eso, él respondió: "A mí me lo dijeron también, no entiendo por qué a ella no". El ADV no es para mí, sino para mis padres, que tuvieron que soportarme toda la Navidad llorando por la muerte de Santa Claus.

Hace unos meses, vi con mis tíos, mis primos y mi hermano una película. En una de las escenas salió una pareja homosexual. Inmediatamente mi primo, de doce años, exclamó: "Putos maricones, deberían morirse todos". Mi tío se rió, le abrazó y le dijo "¡Qué razón tienes hijo!". Toda mi familia ha flipado.

Ayer, mi madre, con sus grandes dotes culinarias, decidió inventar una nueva salsa. Yo como buen hijo la probé. Llevo cagando agua desde que comí, eso sí la salsa está de puta madre.

Hace tiempo, Había probado con la mayoría de champús para la caspa y anti caída del mercado y siempre volvía la maldita caspa y las entradas aumentaban cada vez más. Al final opté por lavarme la cabeza solo con agua y un cepillo. Ya no veo pelos en el peine y no tengo caspa. Me he pasado años gastando dinero en champús para nada.

Hace tiempo, estaba leyendo unos ADV's viejos, cuándo leí uno de un tío a quien se le habían muerto las papilas gustativas por tener 4 minutos en la boca enjuague bucal. Yo al intentarlo para comprobar si era verdad, me ha pasado exactamente lo mismo. Estoy estudiando para ser pastelera, estoy a la mitad de mi carrera, soy idiota.

Hace unos años, llevé aparato de dientes. Durante esos 2 años lo pasé muy mal porque varios de mi clase se metían conmigo. Ahora, después de todo el dinero gastado y de los malos momentos, las muelas del juicio me están moviendo los dientes y me han dicho que tengo que volverme a poner aparato o quedarme con los dientes torcidos.

Ayer, me comí medio litro de helado de nube de Mercadona, que tiene un color azulado. Desde entonces cada vez que voy al lavabo la mierda sale un color verde muy llamativo. Por lo visto he de esperar unos días a eliminar todo el colorante de mi cuerpo para cagar normal. 

Finales

Intentando jugar todo lo que en su momento fue un clásico, llegó a mis manos Chrono Trigger. Unos de los primeros juegos de RPG con gran éxito internacional. De la mano del creador de Dragon Ball, el señor Akira Toryiama el juego se vuelve una linda aventura por el tiempo en un momento en que los juegos iniciaban en su camino a la madurez.

Eso es lo importante de éste título. No necesito de grandes gráficas, no necesito ver los detalles de los personajes, unicamente necesito mi imaginación para adentrarme en todo este mundo mágico y entonces podré sí empezar a vivir la aventura junto a Crono.

El juego es bueno, pero no dentro de mis RPGs favoritos y debido a la tecnología tan sofisticada de hoy en día, pocos jóvenes le darán una oportunidad. Así que la recomendación será para el adulto contemporáneo que no lo pudo jugar de niño.

viernes, 20 de septiembre de 2013

...


Hace unos meses decidí decir adios a una chica que en ese momento significaba mucho para mí, vaya que me gustaba y pues simplemente no se dio. Sin embargo en el proceso fui un ojete con otras mujeres involucradas, por lo que decidí no volver a tener una relación únicamente de cama con nadie.

Ayer se presentó una nueva oportunidad para tener algo con alguien que me importa un pepino, parece que no entiendo y volveré a las andadas. Es decir en uno 4 meses una nueva persona me terminará odiando. Supongo que esa es mi táctica para que el mundo me termine sacrificando.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Quizás...


Quizás… siempre hay que tratar de ponerse en los zapatos de los demás. Si sientes que algo podría hacerte daño, es posible que también se lo haga a otra persona.

QVMT



sábado, 14 de septiembre de 2013

Ahorita ya no sé si tengo fe

Hay un lugar del cuerpo donde duele el país que llamamos nuestro país. A mí me duele en el pecho y en la piel. Mi piel oscura, mestiza, mexicana. Estuve el domingo pasado en el Hemiciclo a Juárez. Ahí andábamos mi hermana y yo, mi compañera de siempre, con la que tantas veces atravesé esta ciudad para ir a la escuela cuando éramos apenas unas niñas. Ella y yo solas, siempre sonrientes pero bravas cuando había que defender a la otra. Hacíamos infinitos recorridos con nuestro uniforme de escuela pública. Suéter rojo, jumper gris, camisa blanca, calcetas largas, piernas flacas, la fragilidad como emblema en el rostro. Pero nos sentíamos seguras brincando del camión al metro, leíamos o cantábamos durante el trayecto o nos quedábamos dormidas una sobre la otra abrazando nuestros libros y nuestras maletas con cinco mudas de ropa porque vivíamos en un colegio internado de lunes a viernes. Estudiábamos para ser alguien en la vida. Siempre fuimos alumnas de escuelas públicas, siempre fuimos devoradoras de libros, siempre fuimos canela fina; ella más fina que yo, debo decir. Recuerdo que desde entonces el mensaje social era uno: estamos en crisis. Pero he aquí que un día nos alcanzó el desarrollo globalizador y escalamos varios peldaños en el estrato social para convertirnos en clase media. Y francamente no sé si me alegro. Esto es lo que pienso y lo diré sin rodeos: la clase media mexicana tiene el Síndrome de Estocolmo. Que nos den, que nos cojan, que nos mantengan secuestrados y seguiremos amando a nuestros verdugos. Tanto, que no soportamos la vida sin ellos ni durante un par de sexenios. Tanto, que nos endeudaremos por generaciones para que, sumando los años de trabajo de ustedes, los míos y los de toda nuestra esforzada descendencia, mantengamos encumbrado al hombre más adinerado del mundo y a toda su millonaria descendencia. Hoy leí esta declaración de César Camacho (presidente nacional del PRI): “Las reformas no han despertado al México bronco”, dijo. Claro que no, si por algo las reformas fiscales tienen las fauces dirigidas hacia nosotros: el México pendejo. Los que pagamos precios inauditos por la hipoteca de la casa, la colegiaturas, el alimento para mascotas, los servicios de teléfono y de internet, los medicamentos y agreguen a esta lista lo que quieran. Los precios más altos a nivel mundial, precios inmorales y servicios de calidad ofensiva. Pero es que estamos dispuestos a lo que sea para demostrar que somos superiores o que nos hemos superado. Nosotros: la indolente, adormilada, acomodaticia, domesticada clase media. Nosotros: el segmento cautivo pagador de impuestos y el segmento cautivo de Carlos Slim. Nosotros: los creyentes del éxito, de la excelencia, del yo hago mi trabajo. Nosotros: los que cargaríamos sobre los hombros nuestros bien amados automóviles antes que prescindir de ellos pero que desde luego no caminaremos ni medio kilómetro organizados en manifestación alguna. Y dejaremos que esa bola de revoltosos jodidos que están así porque no trabajan, se manifiesten por causas que también nos afectan pero les demandaremos que no nos arruinen el libre tránsito y que se quiten de nuestro Periférico porque lo hacen ver feíto. Y aquí vuelvo al punto donde empecé. El domingo pasado miré a mi alrededor con mucha atención, ahí no estaba la clase media. No. Los clasemedieros queremos bienestar pero sin que los procesos de lucha social nos afecten porque sólo somos buenas personas haciendo nuestro trabajo y pagando impuestos como debe de ser. Vaya declaración apocalíptica, robotizada, zombi. Nos hemos entregado sin resistencia a la dictadura perfecta: la del poder adquisitivo y la identidad simbióticamente vinculada al trabajo para generar capacidad de consumo. Y por eso digo: que nos cojan, si hasta llevaremos el lubricante para facilitarle las cosas a nuestro agresor. Tengo que hacer una pausa para agradecer a los que siguen leyendo, estoy cierta de que muchos ya abandonaron esta soez lectura pero es que para hablar del abuso no se puede recurrir a la poesía, gente. Pido indulgencia para mi vulgaridad. Sigo. El panorama se pone peor porque la clase media sólo es un México de los incontables Méxicos que somos. Si algo define a este país es la fragmentación. Tenemos un Congreso dividido, un centro de la ciudad repartido: la plancha del Zócalo para la CNTE y el Hemiciclo a Juárez para los manifestantes del mitin por la reforma energética, una oposición que acompaña a Cuauhtémoc Cárdenas y otra que acompaña a Andrés Manuel, un norte del país repartido en un sinnúmero de cárteles del narco y para el sur otro tanto. Unos que lloran porque no pudieron llegar al aeropuerto y perdieron su vuelo, otros que lloran de hambre y otros que lloran peregrinando como en una diáspora maldita por sus miles de muertos, sus miles de ejecutados, de mutilados, de calcinados, de desaparecidos. No hay causa que nos una: ni la educación, ni la reforma  energética, ni la reforma fiscal, ni el hambre. Ni la muerte. Y por eso es que -aunque nos movamos- en realidad estamos inmóviles, atascados, empantanados, pulverizados. Chocando como insectos ciegos unos contra los otros. Porque cuando los que hacen la política se unen, es sólo para pactar en su favor. Y nada más. Pretender que los líderes de un grupo o del otro renunciarán a sus egos descomunales para hacer un solo frente es no tener idea cabal de la condición humana. A esos señores siempre les ganará el Yo, jamás el Nosotros. Y la buena política se trata de unir, no de separar. Pero no: rotos, molidos como cristales contra el pavimento. Tengo que hacer otra pausa porque me voy hundiendo en la silla mientras escribo, necesitando desesperadamente un tequila y una canción de José Alfredo, el que componía así nomás, de silbidito. Y no presumía de poeta. Tengo que parar porque me van entrando unas ganas de llorar que no me caben en el pecho. De llorar por los mismos dolores. Mi México en pedacitos. Mi pedacito de México. Tequila en mano, sigo. ¿Qué causa nos unirá a los mexicanos? ¿Cuándo dejaremos de creer en la aniñada fantasía de que todos somos iguales? Si fuéramos capaces de sostener una visión adulta asumiríamos que todos somos diferentes. Y no lo digo yo sino la realidad que no hace brotar organismos a partir de ideologías sino de la potencia indomable de la vida. Entonces tal vez podríamos reconstruirnos desde nuestras contradicciones, tejer una matriz sociocultural basada en la diferencia: asumir al diferente como recurso y fortaleza, como algo bueno, como otro que –por fortuna– no es como yo. Pero allá arriba de la pirámide hay un estándar al que aspiramos sin importar que para llegar a uniformarnos con ese ideal tengamos que mutilarnos de fondo y por completo. Por eso somos cada vez menos sociedad y cada vez más segmentos de consumidores. Qué peligroso, qué tristeza. Me pregunto qué causa nos unirá a los mexicanos y también me pregunto qué es ser mexicano. Y no tengo respuestas. Tengo una inquietud que me carcome el alma. Y un amor por este hermosísimo país que es casi como un embrujo que me obsesiona y que, como todo amor verdadero, a ratos me duele y a ratos me colma con un gozo desbordante. Y como ya llegué al fondo de mi caballito de tequila y no estoy en el rincón de una cantina sino yo sola en mi casa por la que pago una hipoteca salvaje, sólo se me ocurre agregar esto: hagamos que viva México, cabrones.

Alma Delia Murillo

Deprimido y encabronado

Hoy amanecí pensando que no podemos seguir dándonos el lujo de ignorar el triste estado de las cosas en nuestro país. El viejo axioma de "ponerse a chambear" ya no es suficiente: vivimos en un sistema que amplifica las diferencias sociales, donde la salvación consiste en tener la "suerte" de estar del lado de los menos jodidos. Es un sistema que provoca y celebra el racismo y el clasismo como una forma de autocelebración, de confirmarse diariamente que "lo logramos, vivimos endeudados y soñando con el auto, las vacaciones y la vieja del vecino, pero al menos no somos unos mugrosos jodidos". Es un sistema desigual y lleno de injusticias, capaz de producir 53 millones de pobres (según el propio gobierno), y la masa clasemediera, tan ensimismada en su drama cotidiano de superación, cada vez tiene menos conciencia política y social. En las últimas semanas, en Twitter y Facebook, donde todo mundo opina (me incluyo), se detonaron cualquier tipo de comentarios fúricos de esta clase media, frustrada por el tráfico (y un montón de cosas más, supongo), acusando a los maestros de la CNTE de huevones, indios, nacos y un largo etcétera, sin ninguna señal de información sobre el tema, de análisis, de cuestionamiento. ¿Por qué están en el DF, qué vienen a decir, qué pelean? Estos señores pueden tener o no razón en sus reclamos, pero me escandaliza más el descrédito automático solo por ser quiénes son, por verse como se ven. A pesar de que los maestros ejercieron un supuesto derecho constitucional, esta clase media se regocijó ayer de que el gobierno "recuperó" un lugar público. Ante semejante manipulación de las cosas, ante semejante desinformación, ante semejante odio, sigo en shock. ¿Qué chingados se celebrará este puente además de tener días gratis de descanso? Que tengan un feliz Grito, a mí este país me tiene entre deprimido y encabronado. 

Ruy

CNTE

Hoy fui al centro y  ni siquiera se siente un ambiente raro. Todo es normal, cientos de jóvenes en la plaza del videojuego, los ambulantes vendiendo piratería enfrente de los polis, la gente tomando fotos en Bellas Artes. Después vi 6 camiones de chavos del Poli que venían del Partido, también vi a muchos del Cruz Azul rumbo al estadio. Por último, vi un chingo de personas preparándose para la pelea de box. 

Pero lo que no vi y ni siquiera sentí fue la indignación de los mexicanos por lo ocurrido ayer.

El mundo donde vivimos



viernes, 13 de septiembre de 2013

...


Justo en este momento me permito pensar en un pasado y en todo lo que ha quedado atrás. Mi amigo Polo y yo nos hemos separado, principalmente por la visión que tenemos hacia las mujeres. Mi amiga Alba y yo nos hemos distanciado, me porté mal con ella y ahora pago las consecuencias. Mi amiga Diana y yo seguimos siendo amigos, sin embargo, tuvimos un proceso de distanciamiento y siento que las cosas ya no son lo mismo. Con Eunice pensé que había encontrado una magnífica persona, hoy me doy cuenta que me equivoqué.

La lista podría continuar, trato de no pensar en eso. Es algo triste perder a personas con las que alguna vez te reíste y platicaste sin parar.

Hoy los recordaré todo el día.

Salud por ellos en donde sea que estén.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Quizás...


Quizás… el mejor tipo de amigo sea el tipo con que te puedes sentar en el porche y balancearte, si decir una palabra, y luego irte con la sensación de haber tenido la mejor conversación de tu vida.

QVMT



domingo, 8 de septiembre de 2013

Que asco de vida

Hace unos años, cuando iba a un programa de matemáticas en el instituto, en un descanso me choqué con dos extintores seguidos en el mismo pasillo, anécdota que resulta muy graciosa y que mis amigos me recuerdan siempre. Hoy he empezado la uni. Lo primero que he hecho al salir de clase ha sido chocarme con el extintor.

Hoy, tenía un examen de recuperación oral de inglés. Estando en la puerta de la facultad me encuentro con el profesor y empieza a hablarme en inglés pero yo le contestaba en español ya que no estábamos en clase. Cuando terminó de hablar, me dijo que ése era mi examen. He suspendido, claro está.


Hoy, acabo de descubrir que he aprendido más con un capítulo de "The big bang theory" que en todo un semestre de clases.


Hoy, mas bien hace un rato en una de mis recuperaciones, he entrado en clase y nada más hacerlo el profesor me ha mirado y ha dicho: "¿Qué haces aquí? Lo tienes suspendido. No te esfuerces". Llevo semanas preparándome el examen.


Hoy, me han echado de clase porque un compañero me pasó un pedazo de papel con algo gracioso escrito. No sería tan malo si no estuviéramos en cuarto año de Ingeniería.


Hace tiempo, desde que nací, me llamo Sebastián (sí,como el cangrejo de La Sirenita). Me acabo de enterar de que si hubiese sido niña me habrían llamado ARIEL. ¿¡Qué obsesión tienen mis padres con esa jodida película de niños!?


Ayer, mientras enterraban a mi abuelo, comenté que el hoyo era muy profundo y encima ponían losas y tierra. Mi novio, a mi lado me respondió: "Claro, es por si hay un ataque zombie".


Ayer, me estaba duchando. No quedaba champú, así que le pedí a mi madre que me trajera. Tuve que esperar a que se le gastaran las vidas de Candy Crush Saga.


Hoy, ahora mismo, mis padres están follando como si no hubiera un mañana. Se oye bastante. Parecen no tener en cuenta que tienen un hijo pequeño de 7 años y que hay invitados en casa.


Hoy, he entrado en el salón dispuesta a leer un rato. Mi hermano, que estaba sentado frente a mí con el ordenador, me ha preguntado que si me iba a quedar allí, a lo que yo he respondido que sí. Al cabo de 10 minutos, le he mirado por casualidad. Se estaba masturbando. A 2 metros de mí.

Finales

Hay ocho títulos de la serie Kingdom Hearts y oficialmente apenas he terminado el segundo en la línea del tiempo, pero el más importante de toda la saga. Sora termina la búsqueda de sus amigos y detienen al personaje que quería tener un reino de corazones.

No quiero escribir más del asunto, el juego es uno de mis favoritos y como tal lo he disfrutado de principio a fin, me hizo sonreír, me puso triste, me hizo reír y sufrí al lado de Sora, Donald y Goffy. Así que les dejo todos los cinemáticos de esta entrega. Vale la pena.





viernes, 6 de septiembre de 2013

Sobre mí


Supongo que he estado trabajado en cómo expreso lo que digo, aunque a estas alturas de mi vida ya me importa muy poco lo que ocurre alrededor. Pienso que es necesario que en estos momentos me siente y vea que ocurre alrededor mio. No veo otra solución, aunque no entiendo porque uso la palabra solución cuando no creo que exista ningún problema. En fin, no estoy cansado de la vida, pero si puedo decir que en realidad no eso de vivir no es la gran cosa.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Finales

Por muchos años estuve desapartado de los videojuegos, hasta que en el 2001 me regalaron el PSOne. Pero toda la generación anterior la desconocí, así que viendo programas de videojuegos me enteré de Sin and Punishment, un juego de culto para el Nintendo 64 el cual nunca salió de Japón.

Eso es todo lo que sabía, así que cuando el Wii empezó a dominar las ventas, el público pidió una segunda parte de este importante juego. Así nació Sin and Punishment 2: Star Succesor.

Por supuesto no podía dejar pasar la oportunidad de tenerlo. Para sorpresa, esta secuela fue muy divertida. Se trata de un juego de disparos arcade en tercera persona. Y es lo arcade lo que lo hace interesante, hay disparos y explosiones al por mayor, simplemente uno no puede dejar de jugar. Aunque corto, merece ser jugado por todos los dueños de un Wii.