lunes, 28 de diciembre de 2015

QVMT



Quien quiere encuentra la forma

Quien quiere no demora, aparece. Quien te quiere ver ahora no lo deja para mañana, incluso si la distancia es incalculable o ya es demasiado tarde para hacerlo. Quien quiere, no deja para después lo que puede hacer ahora. Quien quiere quedarse, se queda sin que le tengas que implorar. Quien quiere cuidarte, simplemente te cuida. Quien quiere, probablemente no va a soportar la nostalgia, no escatimará en sentimientos y se entregará para tenerte.

Quien quiere, encuentra un camino. Quien tiene ganas hace que la nostalgia se transforme en encuentro, hace que el cine se convierta en motel, hace del cansancio un motivo, hace de los días fríos algo más cálido. Quien quiere, es capaz de viajar 100 km solo para verte, y no le importa si el tiempo pasa demasiado rápido, quien quiere ni si quiera lo pensará cuando se trate de verte hoy o dentro de dos semanas. Quien quiere no vive de las conversaciones, no pierde el tiempo, no colecciona mil y una disculpas para justificar que no podrá verte hoy por qué el día fue muy duro.

Quien tiene nostalgia de tu sonrisa no se contenta con escuchar la voz a través de una bocina, quien quiere estar contigo siente la necesidad de verte para conversar sobre tu día, sobre todas las cosas que te hacen perder la cabeza y entiende que es mejor abrazarte en los momentos más difíciles en lugar de simplemente enviar un “que estés bien” por mensajes. Quien te quiere te hace bien, toca a tu puerta con chocolates y cerveza que compró en el camino – el dinero era poco y el vino es caro. Quien realmente te quiere ver no espera un día feriado o por días mejores que no tengan exámenes ni un montón de trabajo por terminar.

Quien te quiere ver no se lamenta por vestir lo primero que encuentra a la mano para salir con la sonrisa más sincera a encontrarte. Quien quiere, no reserva un tiempo para ti o un horario fijo para verte, te reserva la vida entera y te enseña que, cuando la gente ama de verdad, no se escatima en esfuerzos, que no se quiere a otro para rellenar aquel espacio que sobra en la cama o ese tiempo libre en los fines de semana. Cuando queremos, aceptamos que otro se suba al tren de nuestra vida, para ser abrigado y convertirse en abrigo al mismo tiempo, para unir dos mundos en uno solo.

Quien anhela quedarse cierra los ojos sobre tu pecho y se permite, sin miedos, despertar hasta el otro día. Quien quiere, se hace el dormido para no levantarse de la cama y no salir de tu vida, te roba las mañanas, te envuelve en sus brazos y cuando le preguntes si la posición de tu cabeza le está lastimando, te responde que no. Quien quiere permanecer en tu vida no se lo piensa dos veces antes de entrar. Se queda para el desayuno y si es posible hasta la cena, ya que no probar al máximo el gusto de tus besos se considera algo estúpido.

Quien desea quedarse posa la cabeza sobre tu hombro y permite que descubras todos sus miedos y secretos, los errores y defectos, aprieta tu mano para intentar decirte algo en silencio y se despide sin dejarte nada, permitiéndote la libertad y dejándote con esa sensación de querer vivir un poco más a su lado. Quien te quiere tiene ganas de repetir, de probar cada uno de los gustos de tu sabor, de intentar todas las aventuras contigo sin tener que pensarlo, sin tener que decir “hoy no”, “lo dejamos para mañana”. Por qué quien quiere, encuentra la forma. Quien no quiere, encuentra una disculpa.

viernes, 25 de diciembre de 2015

En estas épocas


En la semana una tipa se portó muy culera conmigo. No es la primera vez que me hacía una grosería, pero ahora sí decidí poner un hasta aquí. Lo malo, quedó yo como el culero, supongo que termará todo mal para mí. Es común estas cosas en mi.

lunes, 21 de diciembre de 2015

QVMT



Anestesia

Llegaste. Estás muy nervioso. Dudas si tocar el timbre o no. ¿Y si sale mal? ¿Y si no te gusta? Además, seguro cobra caro. Deberías irte y volver luego, buscar otra opción. Mejor no, ahora es cuando. Te armas de valor. Ding-dong. La puerta se abre. Avanzas por un pasillo tenebroso con tu ansiedad en aumento. Estás a punto de arrepentirte, pero ya no hay marcha atrás. Llegas a ella, es más bonita de lo que imaginabas. Te pide que pases, que te pongas cómodo mientras prepara todo. Nota el pánico en tu rostro y se ríe un poco. “Todo va a estar bien. Relájate”, dice con la sonrisa confiable de quien sabe lo que hace. Estás sudando. Respiras para calmar la ansiedad, pero no funciona. No es tu primera vez, aunque te comportas como si lo fuera. ¿Y si te vas? Demasiado tarde, no puedes quedar como un cobarde. Ya qué.

Te pasa a uno de los cuartos en el lugar y te pide, otra vez, que te pongas cómodo. Lo intentas. Comienza a hacer lo suyo, preguntándote a cada minuto si te sientes bien, si no necesitas nada, si puede hacer algo para que dejes de preocuparte. “Estás muy tenso, cálmate”, dice una y otra vez. Quisieras decirle que se calle, pero no puedes hablar; es parte de la transacción. Malditasea la hora en que decidiste venir. “¿Esto molesta?”, pregunta. “No”, respondes con la cabeza. “Sigamos entonces”. Ya qué.

El tiempo transcurre y su mirada, por alguna extraña razón, te transmite la calma que no lograbas encontrar. “Qué bueno que te animaste a venir”, dice. Alzas los hombros en resignación. Entonces comienza a contarte su vida y tú finges escucharla. Después de todo, no espera que le respondas. Te pide que respires antes de continuar. No sabes lo que hace, pero ella sí. Y lo domina a la perfección. “¿Ya te cansaste?”. “No”. “¿Seguimos?”. “Sí”. Ya qué.

Tras una hora que se sintió como mil horas, donde su única preocupación fue hacerte sentir cómodo, pregunta cuándo volverás. “¿En dos semanas?”, dices ahora que ya puedes hablar. “Preferiría antes; te agendaré para la próxima semana”. No esperabas que las cosas fueran tan rápido, pero aceptas. Ya qué.

Al final se burla del terror que parecías sentir cuando llegaste. Ríes de lo ridículo que fuiste y te despides con ganas de volverla a ver. Nunca pensaste que una visita al dentista tuviera tan buenos resultados.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Que asco de vida

La semana pasada, estábamos opinando sobre si el matrimonio era mejor que la unión libre a lo que yo contesté: "No, la unión libre es mejor ya que si te separas no hay trámite de divorcio y puedes decir que te vas a por tabaco y nunca volver". Acto seguido, mi amiga de la que estoy enamorado se ha puesto a llorar diciendo: "Mi padre me hizo eso".

Hoy, me de dado cuenta de que llevo toda la semana intentando secar unos granos que me han salido en la barbilla con líquido de lentillas en vez de alcohol. Tengo una cita con un tío genial mañana. Los granos siguen ahí, de hecho están más asquerosos que nunca.

Ayer, discutí fuertemente con mi mujer. No le importa cuando invito a comer a su familia y me gasto mucho dinero, pero cuando quiero ir con mi hermano a tomar una cerveza para hablar de su reciente divorcio, ése es un gasto innecesario.

La semana pasada, mi novia estaba haciéndome una felación. Siempre he tenido en pene considerablemente pequeño, cuando agarró el miembro y se puso a cantar con él añadiendo: "Es una micro polla". No sé qué pensar.

Hoy, ahora mismo, estoy en unas hermosas y merecidas vacaciones en Miami. Acabó de dislocarme la rodilla el primer día. Sólo me había girado a ver qué tal me quedaba el bikini. 

La semana pasada, el viernes, mi padre que es conserje, se emborrachó en la cena de empresa y se puso a insultar a los jefazos y a acosar a las becarias. Esta mañana mi jefe me ha dicho que lo despida yo mismo.

La semana pasada, me robaron la bicicleta mientras estaba en clases. Hoy la he visto anunciada en una app de compra y venta. Vendida ya.

Relación


viernes, 18 de diciembre de 2015

Agotado


Vaya semana, que cansado estoy en todos los aspectos, laboral, sentimental pero sobretodo hastiado de la gente. No quiero mas relación con ellos, no puedo estar tratando de hacer feliz a la gente ya que me importan un comino.

lunes, 14 de diciembre de 2015

QVMT



Sexo

Hace mucho años vi en Friends como se quejaban de que con los años las relaciones sexuales se convertían en algo más formal y no con la pasión y el valemadrismo que años antes predominaba. En ese entonces pensaba que exageraban, pero hoy, hoy veo como esas palabras son reales. El sexo ya nunca será como en mis tiempos universitarios, fue divertido y vaya que no lo olvidaré y definitivamente me encantaría tener un poco más de aquello. Si lees esto Anel y Verónica, que buen sexo universitario me dieron.

lunes, 7 de diciembre de 2015

QVMT


Perdió León

Pero con trampas del otro equipo. 
Y vaya, no puedo decir que me da más coraje, la derrota o las justificaciones ante alguien que hace trampa. Que me explique bien el ser "mañoso" no es malo, que es parte del deporte, pues yo les digo, no. 

Así no es el futbol.


Quien crea que esas mañas son esenciales para ganar, bueno, yo creo que no
necesito decir nada. Basta con ver cualquier partido en Europa y después ver nuestros juegos locales.

sábado, 5 de diciembre de 2015

Que asco de vida

Hace unos años, aún siendo pequeña, tenía problemas para relacionarme con las chicas y todos mis amigos eran chicos. En el instituto intenté remediarlo y acabé juntándome con el grupo de chonis. Ahora, después de años, siguen siendo mis amigas. Chicas, os quiero, pero odio el reggaeton, los botellones y Gran Hermano.










La vida sin color

viernes, 4 de diciembre de 2015

Actualización


Hoy una chica me ha dicho que si yo fuera mujer nunca se separaria de mi y que nos divertiríamos como locas. No puedo tomar eso como halago, porque entro en una peor o nueva categoría de la friendzone. En cuanto a mi vida amorosa no he avanzado nada, principalmente porque el nivel de trabajo es enorme, así que no puedo pensar en satisfacer mis deseos. Sobre Liz ya tengo un mes que no intercambiamos palabras.

lunes, 30 de noviembre de 2015

QVMT



El último día de la mujer de mi vida

Cada día que despierto y descubro que amaneciste de nuevo a mi lado me decepciono. Te miro durante un par de minutos contemplando tu belleza, pensando en tus cualidades y me odio porque eso parece ya no importarme. Quisiera preguntarte por qué no te has ido y qué te hace seguir conmigo, pero eres demasiado sensible y no soy capaz de hacerte daño.
En ese momento, pareciera que mi pensamiento hace mucho ruido y abres los ojos después de un sueño profundo. Tan pronto como logras enfocar mi rostro mirándote, sonríes como si yo fuera un gran elemento en tu vida y aumentas mi pesimismo diciendo “buenos días” para después darme un beso sin preocuparte por nuestro mal aliento.
Finjo mi sonrisa de vuelta y me levanto rumbo al baño. En cuanto volteo para mirarte en la cama, ya te has acomodado para dormir un poco más. Nunca te lo he dicho, pero siempre he envidiado tu ingenuidad.
Tan pronto como regreso del baño, extiendes tus brazos hacia mí para pedirme (sin decir una sola palabra) que sigamos durmiendo un rato más así, abrazados. Acepto, aunque en el fondo siempre he odiado esa idea y lo incómodo que resulta dormir de esa manera.
Mientras seguimos abrazados, siento el olor de tu piel y tu cabello; te acaricio lentamente mientras intento convencerme de que eres una buena decisión y debería alegrarme por tenerte a mi lado. Pero no puedo, cada vez me siento peor estando contigo.
Comienzas a respirar largo y despacio, como haces siempre que estás soñando algo bonito. A estas alturas, ya sé descifrarte el sueño a través de la respiración. Aunque siempre te ha molestado que sobre-analice todo, en el caso de tu forma de dormir te ha parecido divertido y me pides que adivine cómo te ha ido en tus sueños. Un juego un tanto absurdo, pero es de las pocas cosas que disfruto haciendo contigo últimamente.
Uno de mis brazos comienza su adormecimiento habitual por falta de circulación. Intento soltarte pero entre sueños haces un sonido de desaprobación y me abrazas aún con más fuerza para impedir que te suelte. De nuevo, cedo y sigo abrazándote a pesar de que tu actitud hace mucho dejó de parecerme tierna.
Sigues durmiendo y mis malos pensamientos son cada vez más fuertes. No es tu culpa ni has hecho nada, pero me siento lleno de rabia contra ti.
Comienzo a imaginarme asfixiándote o rompiéndote el cuello y buscando el escenario perfecto para deshacerme de tu cuerpo sin generar sospechas.
Una vez más, como si escucharas mis pensamientos, despiertas, te estiras, me miras y sonríes. “¿Adivina cómo me fue en sueños?”, preguntas. “Sonreías como cuando bailas”, contesto. Aún te sorprende que siga adivinando.
Después miras el reloj y sugieres que desayunemos algo. Tienes antojo de hot-cakes, de mis hot-cakes, lo único que sé cocinar bien. Con una sola mirada suplicas que te los prepare. Acepto sonriente y me dirijo a la cocina. Lo hago porque ya decidí que hoy es nuestro último día juntos y quiero que lo disfrutes al máximo.
Sentados a la mesa, me agradeces lo rico del desayuno sin sospechar que estuve a punto de envenenarte para terminar de una vez por todas con lo mucho que odio tu forma de masticar y ensuciar todo a tu paso por culpa de tu torpeza. Me odio por no haberlo hecho, pero más me odio por cobarde.
Tan sencillo que sería decirte que ya no quiero estar contigo, tan sencillo si no fuera porque no soporto verte llorar.
Pasado el desayuno me pides que veamos una película en casa. Sugiero una, pero tú decides otra. Me enojaría, pero hoy, nuestro último día, todo se trata de ti.
Recostados sobre el sofá, abrazados como la pareja perfecta que somos, siento cómo tu cuerpo vibra cada que te ríes por alguna escena en la estúpida película que vemos. Deseo con todas mis fuerzas que te atragantes con las palomitas, pero en el fondo mantengo la calma porque hoy todo se trata de ti.
Al final de la película, tras notar lo mucho que me aburrí, decides recompensarme la paciencia quitándote los calzones y terminamos cogiendo en la sala. Es en momentos así que recuerdo por qué me enloqueciste en un principio: nunca conocí a ninguna con tu infinita capacidad sexual, podrías volarle los sesos a cualquiera.
Mientras cogemos, miro tus ojos que siempre me han gustado tanto y te veo tan expuesta que pienso que no habría mejor momento para asfixiarte que éste, ya que una muerte accidental es menos grave que una bien planeada, según la sociedad. Sin embargo, sería incapaz de arruinar el placer en nuestro último día. Hoy todo se trata de ti.
La sonrisa que pones justo después de coger es una de las cosas más bellas que he visto en mi vida, aunque hace mucho dejó de generarme empatía. Una vez que descansamos la agitación, te levantas para meterte a bañar. Te miro alejarte mientras me pregunto cuándo fue que dejó de gustarme tu cuerpo tan perfecto.
Tumbado en el piso de la sala, miro el techo mientras descifro cómo acabaré contigo. Pienso en lo que me preguntará la gente y en las respuestas que daré, pero mejor no les daré oportunidad: desapareceremos juntos y así no seré sospechoso, todos pensarán que al fin realizamos aquel viaje que tanto deseábamos.
Tu voz en la bañera me saca del trance, estás cantando nuestra canción. Te odio porque fue mi canción favorita hasta que decidiste adueñarte también de ella, ni eso pudiste dejar intocable; no sé por qué piensas que lo mío es tuyo. Me imagino abriendo la puerta del baño y, como en los dramas baratos, sumergiendo algún aparato eléctrico en el agua donde también estás tú. Sin embargo, te escuchas tan contenta que mejor me masturbo imaginando tu muerte. Hoy todo se trata de ti.
Al salir de bañarte, a medio secarte y con la toalla enredada en el cuerpo, sales rumbo a la cocina para servirte un vaso de agua dejando un rastro de huellas mojadas a tu paso. Maldita sea, pudiste esperar y no ensuciar nada, por qué tienes que ser tan descuidada. De regreso de la cocina me preguntas qué hago tumbado todavía en el piso de la sala y, sin dejarme responder, te sientas sobre mí para volver a tener sexo. Te odio tanto que ya te la meto sin ganas y tú pareces no darte cuenta.
Esta vez fue rápido y decido meterme a bañar para apresurar nuestro último día juntos.
Te pregunto qué quieres hacer y recuerdas aquella exposición de arte horrible en aquel museo horrible ubicado en una zona horrible. Comento lo aburrido que me parece el plan y te ofende mi falta de hambre cultural, como si ya hubieses olvidado la porquería de película que elegiste antes. Nunca te lo he dicho, pero verte enojada era mi parte favorita del día, te cambia el color de los ojos y la forma de la boca, convirtiéndote en una versión todavía más hermosa de ti.
Decido no pelear más y nos alistamos para salir.
Tomados de la mano, esperamos el metro que nos lleve a nuestro destino y me cuentas lo mucho que me va a gustar la exposición porque el artista es increíble y te recuerda mucho a mí en cuanto a personalidad. No lo sabes, pero odio la forma que tienes de idealizar a las personas y compararlas con famosos pensando que resulta halagador.
Hablas tanto que no puedo evitar pensar en cómo te lanzaré a las vías del metro tan pronto como se acerque el próximo tren y cómo fingiré un estado de shock y luego de llanto inconsolable mientras explico que te veías tan feliz y nunca hubiera imaginado que harías algo así. Entonces llega el tren y salgo de mi trance. Hoy todo se trata de ti.
Ya en el lugar, resulta que el artista y su exposición son más famosos de lo que imaginé, así que nos toca esperar una maldita hora para poder entrar al museo. En la fila parece haber gente tan emocionada como tú y eso me ayuda a que por fin platiques con alguien a quien sí le interese lo que tienes que decir mientras yo sigo maquinando mi plan.
Cuando por fin entramos al museo, me llevas de la mano por todas y cada una de las salas explicándome todas y cada una de las obras y lo mucho que te llegan al corazón porque tienes una capacidad increíble de volcar tus traumas en cualquier objeto de tu interés. Justo como hiciste conmigo.
Como parte de la exposición, el artista construyó una pecera gigantesca de agua salada con estatuas femeninas de más de dos metros en su interior. Según la ficha técnica, la pecera es una representación del mar y las estatuas de mujeres hermosas retratan a las viejas musas que inspiraban a los antiguos dioses del Olimpo. Ésta es la obra que más te ha conmovido y lloras mientras intentas explicarme todo lo que estás sintiendo. Trato de escucharte, pero — con lo mucho que odio verte llorar — sólo puedo imaginarnos entrando en aquella pecera gigante para ahogarte en su interior y ejemplificar perfecto lo que significa matar a una musa.
Decides que no quieres ver más y me pides que nos vayamos de ahí. Te abrazo con la ternura de quien miente por compasión. Hoy todo se trata de ti.
De vuelta a casa permaneces callada y con el rostro mirando hacia ninguna parte, conteniendo toda la tristeza del mundo porque tu emoción fue aplastada por las pretensiones de algún imbécil que no soy yo. Nunca te lo he dicho, pero me parece increíble lo mucho que tus ojos hablan por ti cuando estás triste. Recuerdo lo mal que me sentía de que pasara eso cuando todavía me importabas.
Al llegar a casa te disculpas y me dices que quieres estar sola. Te encierras en el cuarto, como si no supiera que llorarás en silencio hasta quedarte dormida. No digo nada porque agradezco que me dejes respirar un rato.
Aprovecho el momento a solas para despejar la mente de mis planes de libertad y leer aquel libro que no he podido terminar desde que te mudaste a vivir conmigo. Y así lo haría de no ser porque el ruido de tu llanto ahogado contra la almohada me distrae y me hace querer entrar al cuarto para terminar de ahogar para siempre tu dolor apretando con más fuerza la almohada contra tu rostro. Cuento hasta diez, me pongo mis audífonos y sigo leyendo ignorando tu llanto. Hoy todo se trata de ti.
Ha pasado una hora o dos desde que te dormiste y empecé a leer. Sabes lo fácil que pierdo la noción de todo cuando me concentro en algo, por lo que te parece buena idea asustarme quitándome los audífonos bruscamente y gritándome al oído. Tan pronto como notas mi reacción, sueltas una carcajada y me atacas a besos para calmar mi enojo. Finjo reírme contigo, aunque en el fondo visualizo tu cara destrozada por los golpes de un libro de quinientas páginas. Agradece que hoy todo se trata de ti.
Tras el susto y la reconciliación, te disculpas de nuevo por tu reacción en el museo, yo te hago una broma para calmar los ánimos y que no sospeches lo irrelevante que es para mí saber qué tan de buen o mal humor estás. Luego me pides que vayamos a la fiesta que organiza tu mejor amiga. Sabes que odio eso, pero acepto porque será la última vez que verás a tus amigos. Hoy todo se trata de ti.
Tan pronto como llegamos te alejas para chismear con tu mejor amiga mientras yo me quedo fingiendo que tus amigos me caen bien. Menos mal, después de tanto tiempo contigo, he aprendido a platicar banalidades.
Después de un rato aburrido, aparece una chica que nunca antes había visto en esas fiestas y su mirada hace que mi corazón palpite tan emocionado como la primera vez que te vi. Me sonríe y le sonrío de vuelta. Nos presentamos y surge la misma casualidad que contigo en su momento: ambos estamos leyendo el mismo libro.
Confiado en que a estas alturas ya estás tan borracha como de costumbre, me quedo charlando de todo y de nada con esta mujer que parece estar tan cerca de lo perfecta que me pareciste tú cuando te conocí.
De pronto, como si olfatearas mis pensamientos, te apareces para sentarte en mis piernas y robarme un beso frente a esta mujer que podría robar tu lugar. Yo te sigo el juego deseando arrancarte la lengua con los dientes y dejar que mueras desangrada.
Al terminar, extiendes tu mano llena de gusto para saludar a mi compañera de plática y logras hacer que se aparte sin ofenderla siquiera. Marcas tu territorio con toda la clase del mundo, sin mostrar una pizca de celos. Después, con la mirada me pides que borre su teléfono y dejas claro que quieres irte de ahí. Acepto antes de que se arme algún drama absurdo. Hoy todo se trata de ti.
En el taxi de regreso pareces haber olvidado que estoy buscando tu reemplazo antes de matarte y te recuestas sobre mis piernas pidiéndome que te acaricie. Ya no debería importarme, pero sigo admirando tu capacidad de perdonar y olvidar.
El día por fin ha terminado y nos metemos a la cama medio borrachos.
Estamos recostados frente a frente y tu sonrisa, como la mía, es la más honesta del mundo (aunque por razones diferentes). Es nuestra última noche juntos y ni siquiera sospechas que no amanecerás mañana.
Toco tu rostro y tú el mío. Nos retamos con la mirada para ver quién se duerme primero, aunque ya sabemos que serás tú. Comienzas a parpadear cada vez más lento y, justo antes de cerrar por completo los ojos, con la voz más dulce que nunca usaste, me agradeces de nuevo por seguir vivo junto a ti.
No entiendo nada, pero tus palabras me conmueven tanto que las lágrimas comienzan a escurrir por mi rostro. Mi corazón vuelve a latir como lo hacía antes contigo y decido perdonarte la vida.
Desde hoy, todos los días se tratan de ti.
Despierto al día siguiente y me decepciono al ver que no estás junto a mí. En lugar de ti, está una nota:
Hace mucho ya no sueño contigo. Adiós.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Que asco de vida

Hoy, y desde que soy psicóloga, tengo que andar siempre escuchando a mis amigos mientras me cuentan sus problemas pidiéndome "mis consejos de loquera". No me molesta, pero cuando soy yo la que necesito ayuda (ya que también soy humana) nadie me escucha y me dicen que debería saber solucionarme mis problemas yo sola.

Hoy, he intentado dejarlo con mi pareja por cuestiones de incompatibilidad, pero la quiero tanto que cada vez que veo el destrozo que le hago acabo dándonos otra oportunidad. Desde hace 7 años que lo intento y no puedo.

Hoy, después de mi jornada laboral, pensaba decirle a mi jefa que estaba embarazada. Ella pensó también en hablar conmigo, pero para despedirme.

Hoy, mi familia me considera la oveja negra porque mi hermana sacó su carrera a curso por año y yo no. Cabe señalar que estudió Magisterio infantil y yo Arquitectura.

Ayer, vino de visita desde Mallorca una amiga de la familia que no veíamos hacía un par de años. Al dejarla sola en el salón dijo haber estado charlando un rato con mi abuela, la misma que murió hace un mes.

La semana pasada, mi prometida, en su despedida de soltera, se tiró al stripper. ¿Que cómo lo sé? El stripper es un amigo de mi hermano al que se lo ha contado todo.

Hoy, el médico le ha comentado a mi madre que debería dejar de fumar por el bien de su salud. En casa me ha prometido que ya no va a fumar más. He visto como se metía un cigarro en la boca según salia por la puerta.

Ayer, estando en casa eructé con todas las ganas. Varias personas aplaudieron desde la calle.

Mis alumnos







viernes, 27 de noviembre de 2015

Decidir


Bueno, pues resulta que hoy hice sentir mal a una persona. Siempre que tengo que decidir entre 2 personas me equivoco, no es la primera vez que me ocurre y siempre hay una mala resaca cuando pasa eso y lo que sigue es una bola de nieve de errores. Por eso prefiero moverme solo.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Que asco de vida

Hace tiempo, un amigo se aprovechó de que me enamoré de él para hacer lo que quisiese conmigo, me hablaba mal, llegó a insultarme y por culpa suya caí en depresión. Hace unos meses rehice mi vida con una persona buena y que me quiere de verdad. Este ''amigo'' se ha enfadado porque ''yo ya no estoy ahí para él''.

La semana pasada, quedé con la chica que me gusta para ver una película en su casa. Antes de llegar se me apagó el móvil y estuve horas dando vueltas por su barrio ya que no sabía dónde vivía. Al siguiente día conversando con ella me dijo que pasé por su casa 4 veces. Ni siquiera me gritó para que me diese cuenta.

Hace tiempo, mi familia alquila una propiedad que tenemos a una parejita de recién casados. De buena fe y como parecían buenas personas, les dimos la llave antes de lo esperado para que se mudaran. Hace un mes que estamos esperando a que paguen. No se han dignado a hablarnos en persona, y nos dan largas por mensajes de texto.

Hoy, se ha roto mi sueño de ser policía nacional y todo por faltarme 2cm y tener miopía. Mi familia no puede pagarme la operación para la vista y no creo que crezca más.

Hoy, hace escasos minutos, he gritado en mi casa ''VOY A CAGAR AL BAÑO, NO MOLESTAR''. Seguidamente mi hermana se ha asomado descojonándose. La vecina estaba en la cocina.

Hoy, me pone más el amigo de mi madre que me lleva 10 años y es gay, que mi novio cuando me besa.

Ayer, un compañero de clase cogió mi botella de agua bebió y dijo riendo "Mononucleosis". Pensé que era broma y le reí la gracia. Adivinad quién está con mononucleosis ahora.

La semana pasada, me enteré de que mi vecina, que es una cotilla y muy mala gente, me robó la clave del WiFi de mi casa. Hace unos días consiguió una entrevista de trabajo y en los requisitos para el puesto tenía que enviar un e-mail a la empresa. El ADV va por ella que no pudo enviar el e-mail ya que no encendí el router en todo el día en el que lo iba a enviar. No consiguió el trabajo.

Seguir adelante

viernes, 20 de noviembre de 2015

En duda


No quiero escribir algo de lo cual me arrepienta. Pero hoy hubo una gran pelea y apenas en la noche siento la resaca y el miedo que me caracteriza. Esperaré un cambio. Pero tengo miedo, de eso estoy seguro.

lunes, 16 de noviembre de 2015

QVMT






Te vi ahí II

Te vi ahí, tan espectacular, como alguien que ha vivido cien vidas pero no lo dice, y vi tus ojos, tus ojos, tus ojos, ¡ay, tus malditos ojos!, que me quitan las ganas de caminar si no es para ir contigo, que me impiden el habla si no es para pedirte que me beses, que me aseguran que todo va a estar bien, tus ojos. No cierres tus ojos, no duermas, no te vayas, no dejes de existir, quédate, mírame, no te vayas, no seas un sueño, no te acabes, no te borres. Mírame y aparécete un día en mi vida, que de tanto soñarte estoy segura que cuando te vea a los ojos, no podré hacer nada más. Mas que perderme en tus ojos.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Que asco de vida

Ayer, descubrí que mi amiga desde hace 8 años y socia comercial desde hace unos meses lo tenía todo listo para estafarme. Por una vez en la vida doy gracias por su escasa capacidad de anticipación y organización.

Hoy, le he enviado al chico del que estoy enamorada la frase: "A la mierda la lotería, tócame tú". Me ha contestado con un: "O sea, que tienes una posibilidad entre millones de que eso pase". Ese chico es mi novio.

Hoy, una señora me ha pedido pasar antes que yo en el supermercado ya que sólo llevaba un artículo, por lo que le dije que sí. Al pagar, su tarjeta le dio problemas y luego pidió una factura sin tener la mitad de los datos. Ha tardado unos 15 minutos en pagar. Era la única caja.

Hoy, estoy estudiando Criminología, después de haber terminado también Psicología y tengo la intención de entrar en la policía. Mi familia se ha descojonado cuando lo he contado, diciéndome que no valgo para eso. Pero eh, la idea les ha gustado y ahora están todos tratando de convencer a mi primo, sin la ESO y delincuente, de que se presente a las próximas oposiciones del cuerpo.

Hoy, mi padres me han mandado a un psiquiatra porque les he confesado que soy gay.

Hoy, mi hermana ha entrado a casa pateando la puerta gritando: "¡Si me he perdido el directo por las putas clases particulares te mato!" a mi madre. Lleva suspendidos más de 8 exámenes por ver todo el día a youtubers sin estudiar.