miércoles, 29 de septiembre de 2010

lunes, 27 de septiembre de 2010

QVMT

La verdad es que Borja es el puto amo. El uno y el dos de hoy.

...

-Güey no mames.
-Eso mismo dije yo. Lo hice dos veces, las dos veces salió azul.
-¿Y qué vamos a hacer?
-Pues ya habíamos dicho, ¿no?
-Pues sí.
-¿Y qué te late que sea?
-¿Y de qué sirve pensar en eso ahorita?
-Pues no sé, pero desde que empezaste a sospechar a mí me late como que es niño.
-Un niño. Uta. Un niño; me cae que qué pinche miedo.

Chilanguelina

domingo, 26 de septiembre de 2010

Finales

Le dediqué más de 90 horas a Disgaea: Hours of Darkness, juego de rol por turnos lanzado en el 2002. Confieso que aunque adoro las historias de los RPG´s cada vez me cuesta más trabajo seguirles la pista, y es que el tiempo dedicado a ellos termina siendo una exageración. En mi caso me tomó más de 15 horas adicionales el subirle de nivel a mis personajes ya que los enemigos finales de plano no los podía vencer. Para colmo,ni siquiera saque el final feliz.





El juego es muy famoso en Japón y hasta tiene su anime, y aunque no puedo negar que me gusto, la queja sigue siendo la duración de este tipo de juegos. La historia no tiene desperdicio, la música no es buena y el sistema de juego no es muy complicado. Recomendado solamente si piensan abandonar el mundo por un buen rato.

Este es el final que yo saqué, al final me latió más ya que el personaje principal se sacrifica por el amor de Flonne, cool.

Citlalli Hernández

No tiene mucho que Citlalli regresó a México después de estar varios años viviendo en EU, la extrañé y por eso inmediatamente nos volvimos a ver.




Que buena foto es esta.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Que asco de vida

Hoy, mi padre me estaba contando cómo se hizo una cicatriz enorme que tiene en la pierna, me contaba cuánta sangre le salió y lo que tuvo que hacer para no desangrarse, yo con tanta sangre de por medio me desmayé. Estoy estudiando medicina y sueño con ser una gran cirujana.

Hoy, se me ha estropeado el ordenador. He contactado con la empresa que me lo vendió y me ha dicho que la garantía ha expirado. Ayer.

Soy homosexual y mi familia no lo sabe. He visto a mi cuñado en un bar gay liándose con un tío. Mi hermana está embarazada de 6 meses.

Hoy, he ido a una entrevista de trabajo. El que podría haber sido mi jefe, no me ha contratado porque no tengo facebook. Aún así, me ha felicitado por mi logrado currículum.

Hoy, hace dos meses que mi padre murió. Durante toda nuestra vida nos había tratado fatal a mi hermana y a mí, pero ella le había cuidado los últimos años, durante su enfermedad, mientras que yo había cortado todo contacto con él. A mi hermana, por ser lesbiana, le ha dejado en herencia lo mínimo a lo que la ley le obligaba. El resto para mí por "no ser una desviada".

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Comercial estupido

Simplemente no entiendo. El precio es ridículo y las actuaciones de risa.

viernes, 24 de septiembre de 2010

La vida

Tengo una plantita. Es una planta de menta que yo mismo sembré. Con semillitas que venían en una promoción de Ben & Jerry's. Las puse en un vaso rojo de esos de fiesta. Tiene conmigo casi 2 años, y siempre había estado en una ventana donde le daba el sol todo el día. Nunca creció mucho, hasta que la moví. La puse debajo del fregadero, alejada del sol pero cerca del agua. Y la que me parecía la planta más huevona de la historia, empezó a crecer. Empezó a estirarse para alcanzar un poco de sol. Ahorita, 4 meses después del cambio, parece la mata de Alex Lora pero en verde y sin grasa. Está pocamadre. A dónde voy con esto? Saqué a la planta de su comfort zone. No crecía porque la tenía muy fácil. Tuvo que pasarle algo muy cabrón, como que llegara el gran ojete que soy yo a moverla y cambiarle todo para que se pusiera a crecer. Ven la moraleja en todo esto? Sean como la planta. Muévanse. Dense un poco en la madre saliéndose de lo que conocen. No esperen a que un gran ojete los mueva. O son unas nenitas y se van a quedar ahí parados, asustados de la vida? Cuaaaaa-cuacuacuacua-cuacua. Gallinas.

jueves, 23 de septiembre de 2010

lunes, 20 de septiembre de 2010

QVMT

Los capítulos de hoy: el uno y el dos.

Cochamba

Teníamos esa costumbre: en el recreo tomábamos a alguien de rehén y lo echábamos al cuarto de los tiliches de limpieza, le metíamos seguro (tenía un pasador por fuera) y lo dejábamos ahí hasta que el conserje dejara de andar papando moscas y lo rescatara. Eran minisecuestros exprés que ya nos habían valido varios jalones de oreja pero que eran cabronamente divertidos. Una víctima llorando a lágrima tendida, escupiendo rabia a borbotones, valía cualquier número de castigos por parte de nuestra maestra-piernas-locas.

Esa bendita costumbre la agarramos poco antes de llegar al final del ciclo escolar. No tuvimos más de tres víctimas y estábamos conscientes de que al regresar de las vacaciones ese número debería elevarse. Además, ya seríamos de sexto año, es decir, los grandes, la pura ley.

Llegamos a sexto luego de estar cada quien dos meses enclaustrados en sus madrigueras. En la 'Juan Escutia' nadie platicaba de viajes de placer, nadie decía "no mames, nos fuimos a Acapulco y el mar está poca madre y los lancheros tienen el pelo güero pero están bien pinches prietos". Nada. Era una escuela de mala muerte para alumnos muertos de hambre, ¡qué íbamos a saber lo que es el mar y los lancheros!.
En realidad, todos llegábamos a quejarnos de lo mucho que nuestras rechingadas madres nos habían puesto a trabajar. Algunos, los más afortunados, habían recibido alguna paga por ir a cortar caña con sus tíos o por ir a pescar. Los demás éramos un club de cenicientas.

Para aliviar ese estrés acumulado gracias a las lecciones maternas sobre los quehaceres del hogar, volvimos a las andadas de los secuestros exprés. Ese año pintaba para ser el pináculo en nuestra carrera de gañanes, pues entró un nuevo elemento que nos enviaron, lo juro, desde las mismísimas profundidades del averno.

Se llamaba Rodrigo Artenán; le decían "Cochamba" en la Benito Juárez y arrastró el mote a la Juan Escutia. Decía que era boliviano pero tenía cara como de oaxaco. Era un chamaco flaco, de huesos anchos, cabello cenizo y sonrisa luciferina; Cochamba era el engrane que nos hacía falta.

El aporte más importante del boliviano fue la enseñanza del equilibrio perfecto entre la tortura física y la sicológica durante los minisecuestros. Nosotros, simples aprendices, nos limitábamos a tomar el rehén y encerrarlo; Cochamba nos enseñó que al rehén hay que tomarlo, darle coscorrones, describirle el cuarto de los tiliches como un panorama horrible y después obligarlo a pagar su propio rescate (incluso a crédito y/o en especie); liberarlo y amenazarlo de muerte si va de boca floja.

Sí, éramos felices... pero la felicidad se nos salió de las manos el día que Cochamba dijo que íbamos a secuestrar a alguien de quinto. Ya le había echado el ojo y era buen prospecto, según él. Eso estaba en contra de la regla general que nos dictaba que las mejores víctimas eran los morritos de tercero para abajo, tal vez de cuarto, pero nunca de quinto. Nadie dijo nada para no verse como un coyón.

Cuando salimos al recreo resultó que la víctima era una niña de las que tienen tetas y se bañan todos los días. Cochamba dijo "tú y tú" y nos señaló al gordo y a mí. Los demás sólo verían. Yo no contesté pero pensé en que no me atrevería a darle de cocotazos a la niña, sabía que me expulsarían si lo hacía.
No hubo necesidad: Cochamba se le acercó, la saludó y le inició una conversación con suficiente elaboración como para convencerla de que fuera con él no al cuarto de los tiliches sino a la bodega que estaba al final de la última hilera de salones. Nosotros íbamos atrás como perros oliendo comida ajena.

-¿cuánto crees que le saquemos? -le pregunté al gordo
-no le vamos a sacar nada -contestó sonriendo

El gordo ya sabía lo que iba a pasar. Yo comencé a deducirlo y en mi mente sonaba divertido porque pensé que la morrita estaba de acuerdo. Y claro que no era así.

Cuando Cochamba entró a la bodega, en seguida se encerró. Se escucharon golpes, ella empezó a gritar y pronto se calló. Cochamba abrió la puerta, dijo "pasen" y pasó el gordo. En ese instante supe que estaba frente a un crimen y no me moví.

-Dices algo, pinche marica, y te carga la verga -me dijo Cochamba.

Me quedé afuera porque no quería meterme en problemas pero sabía que por las persianas se podía ver. Y quería ver porque yo nunca había tenido una panocha de verdad frente a mí, puras pinches fotos.

Primero se la chingaron normal. Pasó Cochamba y luego el gordo, nada grandioso, aunque justo ahí se me cumplió el deseo de ver una pucha en vivo y confieso que estaba bastante emocionado: carajo, era preciosa; las fotos se quedaban cortas, muy cortas.

Cochamba estaba divirtiéndose de lo lindo, se le notaba en la cara, y no sé porqué pero después ya no le tuvo piedad: comenzó metiéndole el mango de un martillo, luego el mango de un desarmador y acabó metiéndole un pedazo de varilla oxidada. La morrita estaba casi inconsciente, balbuceaba y si lanzaba un quejido fuerte el gordo le soltaba un derechazo. Ambos se cagaban de risa.

Ver tanta sangre me hizo vomitar. Saqué lo poco que había comido y fui al salón por mi mochila. Me brinqué la barda y anduve vagando por el pueblo unas horas, para que mi mamá no sospechara nada al verme llegar temprano.

Al día siguiente se armó el escándalo. Los padres de la morrita querían linchar a Cochamba, al gordo y al director de la escuela. Yo tenía miedo porque pensé que también me iban querer linchar, pero no: ella sólo dijo que fueron ellos dos y ahí quedó la cadena de culpables.

¿Cuál fue la justicia aplicada? Al director, lo movieron de escuela; al gordo, lo llevaron a la correcional unos añitos y luego salió bajo fianza, y Cochamba se fugó con su familia a Bolivia (o a Oaxaca, no sé) y dicen que hasta la fecha anda muy campante por la vida.

La morra se llama Ana G. D., ahora está rayando los 30, es soltera, nunca ha tenido algo que se le pueda llamar "novio" y le tiene un miedo excesivo a los niños entre 10 y 13 años. Las terapias que con bombo y platillo le regaló el presidente municipal no le sirvieron de nada.

Canibal

domingo, 19 de septiembre de 2010

Finales

Metroid Prime 3: Corruption, la última saga de la caza recompensas de Nintendo. El juego mejora notablemente a sus entregas anteriores ya que se basa en el uso del Wiimote y las gráficas son hermosas. La saga de Metroid siempre se ha considerado para el público hardcore a pesar de ser un juego de Nintendo. Por consiguiente es un juego bastante dificil pero disfrutable hasta casi llegar al extasis, sobretodo el apartado músical. Ampliamente recomendado.

Me gustó la foto

sábado, 18 de septiembre de 2010

Buscando trabajo

El problema es cómo encontrarlo si ya todo lo hacen las máquinas. Lo chido del video es la solución matemática para darle un orden y coherencia a su trabajo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Anecdotario

Despiertas con la amargura dibujada en el rostro y con el ánimo más pisoteado que la reputación del presidente; no se te entiende muy bien, pero susurras agotado un "¡Puta madre!". Te levantas a mear por primera vez en el día y al voltear hacia la ventana te percatas de aquello que tanto te molesta: afuera aún está oscuro; pinches madrugadas.

Abres la regadera para meterte a bañar y… puta madre, olvidaste pagar el gas. Te bañas tan rápido como puedes, pero con especial énfasis al enjabonar axilas, culo, genitales; al terminar, te enjuagas aguantando la respiración: pinche agua, está bien fría. Omites lavarte la cabeza porque el cabello no parece apestarte como de costumbre y ya estás al borde de la hipotermia (o eso crees). Chinguesumadre, de todos modos no hay quién se te acerque tanto como para percibir que hueles mal —en caso de que el baño rápido no haya funcionado.

Terminas de vestirte con aquel saco tan madreado que usas desde hace un año, tienes hambre. Ya en la cocina, recuerdas aquella magnífica inversión que hiciste en tu última quincena: un paquete de pan y galletas ("surtido rico"); desayunarás como rey. Te sientas en tu pequeño comedor a degustar tu gran desayuno: un puto vaso de leche, unas pinches mantecadas y un chingado vaso de jugo de naranja (no natural). Al terminar, fumas un cigarrillo para cumplir con el nutritivo desayuno.

Saliendo de tu casa, maldices nuevamente al taxista con el que chocaste hace dos meses y que aún no termina de pagarte los daños hechos a tu coche, por lo que debes de caminar cinco cuadras hasta la avenida en donde pasa el transporte que te lleva a tu miserable lugar trabajo.

Llegas a tu oficina pensando en lo mucho que odias ese trabajo, en las tremendas ganas que tienes de abandonarlo y en lo mucho que te odias por no explotar al máximo lo que consideras tus capacidades; sin embargo, no dejas de levantarte un poco el ánimo confiando en que pronto llegará tu gran oportunidad. Una vez sentado en tu vieja silla, checas el correo deseando que te hayan contestado por fin alguna de tantas solicitudes de empleo… Y sí, ahí está, por fin una oferta para ti. Sonríes, das click en el título para leer el e-mail, terminas de leer y la sonrisa se te borra: estás preocupado.

La oferta es buenísima en todos los aspectos, pero le encuentras un defecto: es necesario que cambies tu residencia. El cambio no sería un problema de no ser porque siempre has tenido miedo a abandonar lo que, según tú, tanto te ha costado construir.

Después de mucho pensarlo, rechazas el empleo: no por incapaz, sino por pendejo cobarde. Todo este tiempo alegaste que la gente no sabía apreciar tu capacidad… y ahora que lo hacen, te das cuenta que el problema era tu cobardía y lo incapaz que eres para abandonar lo poco que tienes. Te sabes patético al darte cuenta de que confías más en el "malo por conocido, que el bueno por conocer", pero no aceptas la idea de saberte así. Pendejo.

Hoy te han encontrado muerto por sobredosis de heroína. Qué asco das: ni siquiera fuiste capaz de morir con dolor

lunes, 13 de septiembre de 2010

Va pa'tras

Va pa'tras
Por Denise Dresser

Ciudad de México, México.- Basta con ver la cara de los priistas en cualquier acto público. Basta con advertir las sonrisas compartidas, los rostros complacidos, los abrazos entusiastas. Están felices y se les nota; están rebosantes y no lo pueden ni lo quieren ocultar. Saben que vienen de vuelta, saben que están de regreso, saben que encuesta tras encuesta los coloca en el primer lugar de las preferencias en las elecciones estatales y cada vez más cerca de recuperar el control del gobierno federal.

El PRI resurge, el PRI revive, el PRI resucita. Beneficiario del panismo incompetente y del perredismo auto-destructivo, el Revolucionario Institucional está a un paso de alcanzar el picaporte de Los Pinos tan sólo dos sexenios después de haber sido expulsado de allí.

Para muchos mexicanos esta posibilidad no es motivo de insomnio ni de preocupación. Hablan del retorno del PRI como si fuera un síntoma más de la normalidad democrática. Un indicio más de la alternancia aplaudible. Un indicador positivo de la modernización que México ha alcanzado y que ya sería imposible revertir. "El país ya no es el mismo que el de 1988", advierten quienes no se sienten alarmados por la resurrección priista. "El PRI no podría gobernar de manera autoritaria como lo hizo alguna vez", sugieren quienes celebran los logros de la consolidación democrática. "Los priistas se verían obligados a instrumentar las reformas que hasta ahora han rechazado", auguran los oráculos del optimismo. Y ojalá tuvieran razón las voces de aquellos a quienes no les quita el sueño la posibilidad de Enrique Peña Nieto en Los Pinos, Manlio Fabio Beltrones en la Secretaría de Gobernación, Beatriz Paredes en cualquier puesto del gabinete, y Emilio Gamboa en la presidencia del PRI.

Ojalá fuera cierto que una nueva era de presidencias priistas sería señal de alternancia saludable y no de regresión lamentable. Ojalá fuera verdad que tanto el país como el PRI han cambiado lo suficiente como para prevenir el resurgimiento de las peores prácticas del pasado. Pero cualquier análisis del priismo actual contradice ese pronóstico, basado más en lo que sus proponentes quisieran ver que en la realidad circundante. Como lo escribe el columnista Tom Friedman en The New York Times, en México hoy coexisten tres grupos: "Los Narcos, los No's y los NAFTA's": los capos, los beneficiarios del statu quo y los grupos sociales que anhelan el progreso y la modernización. Y hoy el PRI es, por definición, "El Partido del No". El que se opone a las reformas necesarias por los intereses rentistas que protege; el que rechaza las candidaturas ciudadanas por la rotación de élites que defiende; el que rehúye la modernización sindical por los "derechos adquiridos" que consagró; el que no quiere tocar a los monopolios porque fue responsable de su construcción. El PRI y sus bases son los "No's" porque constituyen la principal oposición a cualquier cambio que entrañaría abrir, privatizar, sacudir, confrontar, airear o remodelar el sistema que los priistas concibieron y del cual viven.

A quien no crea que esto es así, le sugiero que lea los discursos atávicos de Beatriz Paredes, que examine la oposición pueril de Enrique Peña Nieto a la reelección, que reflexione sobre los intereses cuestionables de Manlio Fabio Beltrones, que estudie los negocios multimillonarios de Emilio Gamboa, nuevo dirigente de la CNOP y próximo presidente del partido. Allí está el PRI clientelar, el PRI corporativo, el PRI corrupto, el PRI que realmente no cree en la participación ciudadana o en los contrapesos o en la rendición de cuentas o en la apertura de la vida sindical al escrutinio público. Si la biografía es micro-historia, entonces se vuelve indispensable desmenuzar la de Emilio Gamboa ya que su selección reciente para una de las posiciones más importantes del priismo revela mucho sobre el ideario, los principios y el modus operandi de la organización. Emilio Gamboa, descrito en el libro coordinado por Jorge Zepeda Patterson, Los intocables, como el broker emblemático de la política mexicana; el intermediario entre el dinero y el poder político. Vinculado al Pemexgate, al quebranto patrimonial en Fonatur, al crimen organizado vía su relación con Marcela Bodenstedt y el Cártel del Golfo, a las redes de pederastia, al tráfico de influencias. De nuevo en la punta del poder dentro de su propio partido.

Ése es el PRI del 2010, y si no lo fuera, su dirigencia ya habría denunciado a Emilio Gamboa junto a tantos que se le parecen. Pero no es así. El PRI nuevo milenio y el que se apresta a gobernar a la República sigue siendo un club transexenal de corruptos acusados y corruptos exonerados; de cotos construidos sobre la intersección de la política y los negocios; de redes tejidas sobre el constante intercambio de favores y posiciones, negociadas a oscuras. En una conversación telefónica grabada y ampliamente diseminada -que a pesar de ello no ha hecho mella en su carrera política- Emilio Gamboa le dice a Kamel Nacif: "va p'a tras". Y ése es el mismo mensaje que el PRI envía sobre el país bajo su mando.

Si te gustan y si estas de acuerdo con mis planteamientos, te agradecería que los reenviaras a tus amigos, parientes y contactos, en el entendido de que trato de hacer conciencia y ciudadanos críticos y participativos. México lo hacemos todos los días ¡todos!

¡Gracias!

Feliz cumpleaños Mario

Super Mario Bros cumple 25 años

El video de su historia aca.


Algún homenaje.


En lo personal, Mario si cambió mi vida desde la primera vez que lo jugué en 1988, desde ese momento él siempre ha estado ahí conmigo en muy buenos momentos, la música es un gran referente y el personaje se me hace tan ñoño, pero donde mi vida no se explicaría sin él. Feliz cumple Mario.

Mi temor a tener hijos

Hace un par de semanas la esposa embarazada de un amigo sufrió amenaza de aborto. Cosa irónica en una sociedad que se reproduce a lo pendejo, donde las amenazas telefónicas, de secuestro, extorsión y muerte son las que están más de moda.
Mi compa, el futuro padre, quedó desempleado. El poco dinero que recibió de indemnización lo utilizó para pagar cosas que aún debía de su boda, cuatro años atrás.
El fin de semana nos juntamos a beber y platicar. Pasadas las seis cervezas, le pregunté:

-¿Y no te da miedo, güey?
-¿Miedo de qué, güey?
-De que vas a tener un hijo y no tienes trabajo.
-No, güey… las cosas como quiera salen; todo se da. Por un hijo uno hace hasta lo imposible –respondió con mucha seguridad.

No sé a ustedes, pero a mí nunca me han tranquilizado este tipo de frases optimistas.

Pasaron otras seis cervezas y mi compa seguía hablando de sus planes y de cómo se prepararía para la llegada de su hijo. Yo sólo escuchaba y fingía estar atento, diciéndole a todo que sí, que tenía razón, que todo saldría bien; pero, en el fondo, me aterraba pensar que fuera yo quien estuviera en sus zapatos.

Hace un par de días sucedió algo similar en el negocio de la familia. La esposa del encargado está embarazada por tercera ocasión y tuvo una amenaza de aborto (¿será acaso una señal del mundo para que se dejen de reproducir a lo pendejo?).

El encargado se la pasó preocupadísimo esos días, pidiendo permisos para ir al seguro social, para llegar tarde, para salir temprano, para ir a casa de su suegra, para ir por sus otros dos hijos a clases, etc.
En un principio no comprendí si su mortificación era por tener un tercer hijo no planeado (dice que el dispositivo intrauterino falló) o por el riesgo a perderlo.

Y es que, analizando las cosas como son y dejando a un lado frases como “los hijos siempre son una bendición”: ni a él ni a mí nos beneficia esta situación. A él no le beneficia porque sus gastos se elevarán, su espacio se reducirá, la presión se duplicará y tendrá que trabajar doble... o triple. A mi no me conviene porque de seguro me pedirá un aumento de sueldo y, a como están las cosas, es imposible, así trabaje 24 horas extras al día.

Ayer, el encargado llegó muy temprano, con una sonrisa de alivio.

-Ya se arregló todo, ya está bien mi vieja –dijo.
-Qué bueno, me da mucho gusto…
-Mi niño nace en octubre.

Quise preguntarle lo mismo que a mi amigo: que si no le daba miedo, pero me limité a “felicitarlo”.

-Ahora sí: a echarle el doble de ganas, no hay de otra –dijo agitando los puños y con cierto brillo en la mirada.

Su absurdo optimismo me deprimió y arruinó el resto de la tarde.
Pensé que, irónicamente, mi cobardía y mi mayor temor -tener niños- es lo que me hace vivir tan tranquilo, sin andar diciendo frases o adoptando actitudes disfrazadas de positivismo como único recurso.

Gutto Caballero

domingo, 12 de septiembre de 2010

Celebrando el Bicentenario

Karaoke

Nadia canta como las diosas, en verdad lo hace muy bien. Escucharla ha sido un bello momento de mi vida, sobretodo porque me dedicó una canción de Kalimba.



Lamentablemente Ivonne no canta muy bien, pero si que le pone empeño.



La que si no canta nada es Edith, pero a ella no le importa (le debería de importar por respeto a los demas).



Fue una bella noche, aunque recuerdo haber salido bien confundido. Chicas peligrosas juntas.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Que asco de vida

Hoy, hace casi un año que recibo llamadas de un número desconocido que al llamar no hablaba. Para aburrirle le contaba estupideces. Hoy, y después de casi un año, he descubierto que mi móvil tiene la función "llamada falsa" que se activa al pulsar un botón cuando el móvil está bloqueado. Al hacerlo parece que te llama un número desconocido. Sí, llevo meses contándole mi vida a un móvil.

Hoy, me ha asaltado un chico con pintas de pobre. Al ver que sólo iba armado con una navaja, me he resistido. Me ha implorado en voz baja que me dejara asaltar, para impresionar a los amigos. Ellos miraban desde lejos alentándolo.

Hoy, estaba haciendo un maratón de cine en mi casa viendo películas por megavideo. Así que cada vez que llegaba a los 71 minutos reiniciaba el router. En uno de esos reseteos se oyó por el patio a pleno pulmón: "¡¿Quieres parar de quitar el Wifi?! ¡Hay gente que se está descargando cosas!".

Hoy, he ido a renovar mi permiso de armas. En 3 ocasiones me han preguntado si estoy deprimida. 3 veces he respondido que no y simplemente se han fiado de mi palabra. No es de extrañar que haya tanto maníaco depresivo suelto legalmente armado.

Hoy, después de hablar por teléfono, he lanzado el móvil para dejarlo encima de la cama. Mi cama está al lado de la ventana. La ventana estaba abierta. He tirado el móvil por la ventana.

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Gary

Gary from Gary on Vimeo.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Odio tanto que...

Me encantan aquellas escenas de mi vida en las que:
Le hago plática al 'nuevo' solo por ser amable y sus respuestas son: ´si. no. gracias...

La neta es que no me interesa en lo más mínimo de dónde es o que estudia o estudió o estudiará. Sólo es por 'ser amable' porque siento feo que nadie lo pele o que pase desapercibido o como se escriba.
En el momento pienso: estoy perdiendo minutos en esta platica vana, que aburrición, pero después me da risa y a veces voy sola en mi coche o caminando y sonrío como tonto por ello...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Wrong Hole

Oscarito


Oscarito se rehusaba a jugar con los demás niños. Jugaban muy rudo y su pequeña estatura no le favorecía. Los niños no lo querían en su equipo, y a las niñas se les hacía curiosito y lo pintaban como princesita, y eso a él le chocaba.

Oscarito permanecía al margen, deseoso de irse a su casa con sus amigos los Legos, pero ya sabía que si bajaba a quejarse con los papás mientras tomaban, le hacían pow pow. El pow pow eran nalgadas, aunque más humillantes que dolorosas. Oscarito especialmente recordó una vez que le hicieron pow pow mientras las niñas se reían quedito desde el balcón.

"Oscarito, te toca ser el lobo", dijo uno de los niños más grandes. "No quiero", dijo apenas audible Oscarito.


Fue ahí que, mientras los papás tomaban abajo, los niños decidieron matar a Oscarito.


"¡Hay que jugar a los almohadazos!" propuso el niño más grande.

Tomaron sus almohadas, duras almohadas de cojines cuadrados del sillón, almohadas con funda negra del cuarto de papá y mamá y cobijas gruesas del armario polvoso. Rieron mientras todos golpeaban con almohadazos a Oscarito, en un acuerdo que no necesitó de palabras. Oscarito tropezó y se abalanzaron sobre él, brincando niños encima de niñas y cobijas. Risas y más risas, hasta que uno de los niños dijo "Quítense, no puedo respirar".

Uno por uno se fueron quitando, unos todavía riendo y otros jadeando con los cachetes rosados. Al pararse todos, permaneció un bultito en silencio cubierto por una cobija.

Uno de los más grandes golpeó al pequeño bulto despacito con una almohada sin recibir respuesta.


"¿Oscarito?"

Al quitar la cobija, el cuerpo inerte de Oscarito yacía con los ojos cerrados, su boca abierta.

"¡Se murió! Se murió el Oscarito!" bajó corriendo una de las niñas con los papás.

Aullidos de mamás y gritos y jaloneos violentos mientras los papás ebrios subieron las escaleras como estampida. Vasos quebraron y alguien se tropezó con una silla. Una mamá sollozó casi ahogándose, mientras otras mamás no permitieron que subiera.

Un papá encerró a las niñas histéricas en un cuarto con una mamá, mientras los niños alrededor de Oscarito lloraron como niñas y uno se orinó.

"¡Perdón, perdón, perdón!" sollozó el niño más grande, el orinado.

Un papá se arrodilló frente a Oscarito, su cara desfigurada del dolor. Su aliento alcohólico y su camisa olorosa a cigarro se acercaron con pavor al cuerpo del niño. Sus ojos brillaron y un moco se escurrió por su nariz.

"Mijito.." susurró el papá.



"¡Taraaaaaaan!" de pronto gritó Oscarito, rojo por haberse aguantado la respiración.

A Oscarito nunca lo habían abrazado así. "'Uy, me vas a sacar las tripas!" se quejó Oscarito.




El papá lo cargó y la mamá no dejó de besarlo, mientras lo llevaron a casa a jugar con sus Legos.

Oscarito sonrió al ver que antes de cerrarse la puerta de la casa, los papás a los niños les hicieron pow pow, aunque pareció más doloroso que humillante.


Salaverga

QVMT

Los capítulos de Borja recomendados: uno y dos.

Pero también recomiendo las siguientes imágenes del Hubble.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Que asco de vida

Hoy, he ido a trabajar a mi nuevo trabajo, trabajo en un bar. Pues bien, ha entrado por la puerta mi antiguo jefe, cuando trabajaba en una empresa de la que nos echaron a 10 trabajadores por "recorte de personal". A parte de tener que esbozar una enorme y forzadísima sonrisa al servirle el café, mi jefa me ha susurrado al oído "No le cobres, es amigo mío".

Hoy, me dio una bajada de tensión en el trabajo mientras cagaba. Tuvieron que tirar la puerta del cubículo abajo. No hay espacio suficiente para expresar la humillación del momento.

Hoy, he estado con una prostituta. En un momento dado me ha preguntado en qué trabajo. Le he dicho que soy informático. He terminado pasando unos cuantos minutos de la hora por la que he pagado 100 euros contándole cómo solucionar un problema que tenía con el MSN.

Hoy, mi jefe me ha dicho que soy su mejor trabajador, el más eficiente, puntual y el que más y mejor trabaja. Llevo 2 años en la empresa y todos han recibido un aumento de sueldo correspondiente, menos yo que sigo cobrando lo mismo que cuando empecé de prácticas.

Hoy, estuve trabajando. Mi primer trabajo y llevo 2 semanas. Se me cayó la bandeja de 15 copas al suelo. Estaba lleno el restaurante. Tuve que barrer todo. La gente en silencio mirándome. Me juré no romper nada NUNCA más. 15 minutos después se me rompió una botella. Según el jefe: "o tengo la regla, he dejado de fumar o necesito un novio". Las tres eran ciertas.

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Nuestro propio cielo

Nuestro propio cielo from Roberto Pérez Toledo on Vimeo.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Adios

Celebrando el Bicentenario

"Cuentan que en la mañana del 25 de octubre de 1593 apareció en la plaza mayor de México un soldado con el uniforme de los que residían en las Islas Filipinas, y que dicho soldado, con fusil al hombro, interrogaba a cuantos pasaban por aquel sitio con el consabido y sacramental '¿quién vive?'. Agregan que la noche anterior de hallaba de centinela en un garitón de la muralla que defendía a la ciudad de Manila, y que sin darse cuenta de ello y en menos de lo que canta un gallo se encontró transportado a la capital de la Nueva España, donde el caso pareció tan excepcional y estupendo que el Santo Tribunal de la Inquisición tomó cartas en el asunto, y después de las serias averiguaciones y el proceso de estilo se condenó al soldado tan maravillosamente aparecido a que se volviese a Manila, pero despacito y por la vía de Acapulco, pues el camino era largo y no había de intervenir, como en su llegada, el espíritu de Lucifer, a quien se le colgó el milagro del primer viaje tan repentino como inesperado."

Fuente: González Obregón, Luis. México Viejo. Porrúa, Ciudad de México, 1976.