viernes, 8 de septiembre de 2017

La vida real

El tener un horario de oficina me hace no ver lo que ocurre a la gente en su vida cotidiana. Para cuando salgo del trabajo me pongo mis audífonos y me dirijo a mi casa sin levantar la vista. Hoy visite dos hospitales, comí en un puesto ambulante pobre, viaje en varias micros e incluso estuve en el metro, la diferencia es que hoy si observe y escuché a la gente.

Vaya que tiene problemas la gente, aunque en ocasiones son tan repetitivos que me dan ganas de volver a mi soledad.