lunes, 16 de octubre de 2023

Platícame más

Si me cargas los libros te voy a contar un cuento, le dijo María Sandra a Jesús Alberto, y Jesús Alberto, en silencio, con sus enormes ojos de canicas marrones se colgó su mochila al hombro, el portafolio de su hermana con la mano izquierda y empezó a caminar despacio, pero a grandes trancos como para no perderle el paso a la otra. En la rambla del puerto se mezclaban los cuentos de Simbad con la alaraca de las gaviotas, el olor del café con guisantes y brujas y castillos escondidos en bosques lejanos… y la sal en el aire hacía cosquillas a las vocales de CriCri y la marcha de la Patita. Jesús Alberto se cambiaba la mochila de hombro cuando el cuero empezaba a marcarle la piel por debajo de la camisa almidonada y los tirantes azules y María Sandra seguía imaginando, haciendo voces, cantando fragmentos de canciones y contando chistes. Veracruz es un hermoso lugar para crecer y convertirse en historiador.