lunes, 27 de febrero de 2012

Cena

Tranquilamente la comida observo:
son cuatro hombres y una mujer vieja.
Ellos están caídos sobre el plato,
comen con rapidez y silenciosos.
Con cada cucharada me parece
que se tragan también un pensamiento.
Y en camisa los cuatro,
recogidas las mangas hasta el codo,
y en la espalda las equis negras de los tiradores.
Ella atiende a los cuatro como puede,
solícita, nerviosa, hasta con miedo.
Se ve que con el último bocado
se han de ir a dormir sin más palabras.
La única alegría de la mesa es un sifón azul
que está en el medio.

Baldomero Fernández Moreno