lunes, 20 de mayo de 2013

Sobre mí

En la semana una chica me ha dicho que esta harta de mí y otra me ha dejado plantado por enésima vez. También he dejado de tener contacto con otra super amiga y descubrí donde se encuentra una antigua ex. Demasiada información en una semana. Mi error ha sido creerle a esas personas, pensar que he estado mal por el simple hecho de seguir soñando, de hacer cosas que a mí me gustan y que ellos consideran niñerías o falta de madurez, Hoy sin embargo, me siento muy a gusto a pesar de estar lleno de problemas, problemas que yo sé como solucionar sin hacer tanto pancho y sin tener que ser adulto aburrido y sin imaginación. Algo que quede claro a todos, no he dejado de ser niño, no tengo prisa y no sé si algún día la tenga. Aún me le cuelgo a mi padre del cuello en días lluviosos y lloro sin parar por culpa de un amor que no supe cómo cuidar, aunque en eso nunca importe la edad.

No sé cuántos regalos he pedido a lo largo de toda mi vida, tampoco sé exactamente a quién, pero tengo guardados en el centro de mi cuerpo, eventos que no tienen caducidad. Tengo 33 años y los viejos dicen que apenas está empezando mi vida, pero no, mi vida empezó cuando comencé a cuidar recuerdos. Los viejos no son siempre tan sabios, o simplemente no lo son, tal vez sólo son viejos.