domingo, 5 de enero de 2014

El gobierno del Estado de México es una mierda

Hace unos momentos asaltaron a mi familia mientras usábamos el transporte público que recorre la avenida Central en Ecatepec. ¿Qué puedo contar del evento? Supongo que nada nuevo, nada nuevo porque TODOS los que vivimos en Ecatepec sabemos que ahí asaltan entonces no debe de sorprendernos, es el mismo caso para los del Estado de México que usan la Vía Morelos y saben que tienen altas posibilidades de ser asaltados.

Y bueno, cuando digo Todos, me refiero únicamente a la población, los pobres, la plebe. Ellos sí conocen donde se encuentran los problemas. Las autoridades en cambio simplemente se dedican a hacer como que trabajan y esperar a seguir cobrando su jugoso salario, la población en realidad no importa.

Puedo mencionar en estos momentos 4 puntos en donde hay conflictos de diversa índole tan sólo en la Avenida Central y en ninguno de esos puntos he visto una patrulla. No es que espere mucho de ellos, ni de mi gobierno que ha venido gobernando ya por muchos años, yo hace mucho tiempo dejé de tener alguna esperanza en ellos y espero que hoy los 3 menores que iban en la combi hayan aprendido algo también, aunque haya sido por las malas. Dos niños y una joven de 14 años que seguramente hoy no podrán dormir por la fuerte impresión que se llevaron, pero en verdad espero que hayan entendido que su gobierno nunca los respaldará y que tendrán que arreglárselas como puedan ante la vida.

También espero que al chico de 20 años que golpearon en el asalto haya entendido que su vida no significa nada ante la bola de políticos que hoy duermen cómodamente en sus camitas ya que saben que tienen seguridad privada pagada por el vulgo.

A todos los demás que asaltaron espero que entiendan, que no pueden seguir regalando su voto a cualquier pendejo, sólo porque gasta mucho en publicidad y se autonombra "el que va solucionar todo". Hoy me quedo feliz de este asalto, comprobé muchas hipótesis y sé mejor que nadie QUE ESTAMOS SOLOS.

Bedolla, Eruviel, Peña Nieto chinguen a su madre.

Eduardo Sánchez