viernes, 23 de septiembre de 2016

Tocando


Hace muchos años tenía una novia que la verdad era un martirio, principalmente porque era una celosa de los mil demonios. Con el tiempo la relación se convirtió en una pelea constante, posiblemente nos peleábamos 3 o 4 veces a la semana. Sin embargo seguíamos siendo novios, ¿la razón? El sexo de reconciliación. Admito que no nos llevábamos bien, pero que rico cogíamos, en verdad le hacíamos honor al arte del amor. De hecho no recuerdo hacer muchas actividades, siempre que teníamos oportunidad preferíamos coger. En una ocasión teníamos planeado ir a un concierto, bueno, pues mejor vendimos los boletos y nos fuimos a un hotel.

Hoy la recuerdo, porque siento que posiblemente encontré una nueva chica con esas características y la verdad me da miedo pensar en esa situación exista a mi edad.