Este año tengo un poco más de espíritu navideño que en otros momentos. Tampoco es algo enorme para presumir, pero si tengo ganas de hacer más cosas. He cedido a más cosas, posiblemente por mis problemas laborales, que al final, ni han sido graves ni nada para preocupar. El barco no se hundió y ahí vamos más lento, pero hacia adelante.