lunes, 6 de agosto de 2012

Night Air Mail

Dormía entonces mi ración
de sueño terrenal, cuando
bajó hasta mi corazón
rumor de un avión arañando
el alto recóndito cielo
donde iba tu nombre volando
junto al mío en estrecho vuelo.
Solitario ¡mi dueña! dueño
sólo de un Infierno de Cielo,
desperté al imposible sueño.

Carlos Martínez Rivas