lunes, 1 de febrero de 2016

Sigo roto


Sigo roto, a ratos menos, a ratos más. No sé quedarme, pero tengo ganas. Amo y me aman, pero a veces no sé cómo. No siento los pies y tampoco he volado, ya no tengo tantos sueños raros ni te extraño. Su sonrisa me da paz, pero luego se me quita. No tengo nada, y nada quiero, me gusta el cristal de la botella que se acaba, el humo de cigarro y ya no tomo mezcal. Casi no escribo porque nunca estoy solo, ya casi no estoy triste, o eso me hago creer. A mis 36 años tengo la vista que quería y soy feliz de a ratos.