viernes, 11 de marzo de 2016

A veces me da vergüenza...


Que cada vez me alejo más de lo acostubraba ser y pensar. Atrás ha quedado el Eduardo revolucionario y transgresor del sistema. Hoy soy un funcionario sin mucho chiste que la mayoría del tiempo me la paso trabajando y entonces me pregunto como para qué hago ese tipo de cosas. ¿Vale la pena no disfrutar la vida?