martes, 23 de enero de 2007

Sin experiencia al respecto

El furor por los mensajes SMS está haciendo millonarios a toda clase de charlatanes, cuenteros, doctores (o pretensos), mujeres buenotas, sexervidoras, estrellas de tele…infinidad.

Me encanta morirme de la risa con los comerciales que los anuncian: ‘Tu marido trabaja en una oficina de contabilidad…una mujer rubia te lo está sonsacando’ jajaja, y ese es de los decentes. Hoy en día nos atiborran de frases a enviar con la promesa de milagrosos resultados; estamos a nada de que nos anuncien algo como ‘¿quieres ver cómo me baño?’ sólo manda ‘estoy caliente’ al 32020 y por cada 100 mensajes me iré enjabonando una zona; manda ‘estoy más solo que un perro’ al 354646 y te enviaremos cada día una nuevo truco para masturbarte’; sólo manda ‘me encanta la peda’ al 93898 y diario recibirás mis consejos para una cruda libre de vómito’; envía ‘odio la vida’ al 32324 y recibirás de nuestro panel de psiquiatras la mejor técnica de suicidio; envía ‘ya me duele la mandíbula’ y recibirás más de 100 técnicas para hacer sexo oral sin dolor.

O envía ‘soy un ratero’ y recibirás la foto de todos tus colegas de San Lázaro; ‘soy un pendejo’ al 43443 y recibirás el manual de Miguel Ángel Cornejo con consejos para ser un pendejo excelente’; envía ‘quiero pasarme al otro lado’ y recibirás una foto de Schwarchenegger cazando ilegales como Terminator; envía ‘quiero tirarme a todas’ al 56342 y te mandaremos las memorias de Sergio Andrade desde el Cereso; y así nos iríamos con millones. De que es negocio, es negocio. Hay dietas, kamasutras, lectura de tarot, noticias importantísimas como cuántas novias tienen los futbolistas y actores de moda, cómo hacer amigos, consejos de sexo y por ahí también algunos más serios de periódicos y noticieros. Pero su consumo está a tope.

Elsy Reyes