jueves, 2 de agosto de 2007

Curar la tristeza con sexo

Chavitas calientes

Vengo de una acalorada plática con un par de señoras de edad madura (no sé cual pero pasarán de los 45, 50) Bueno el asunto es que coincidí con ellas en un asunto de trabajo y entre una cosa y otra terminamos platicando sobresexo, más bien ellas daban su crítica sobre cómo los chavos se conducen con respecto al sexo. La pregunta que me hizo una de ellas con tremenda cara despectiva fue 'Es que dime ¿Por qué las chavitas de ahora andan tan calientes?' frunciendo el seño y dejando salir el humo de su cigarro.

Mi respuesta no les gustó. Ambas tienen hijas adolescentes o jóvenes. Les dije que para mí está muy claro. No creo que actualmente las 'niñas' anden viendo quien 'se las meta' nomás porque sí. Podríamos comenzar por criticar y echar la culpa a la publicidad, a las películas o telenovelas con alto contenido sexual. También al Internet, a la increíble facilidad con lo que la información sexual llega a sus mentes, a la mala influencia de sus amigas, a las personalidades que son su ejemplo a seguir como una Paris Hilton o una Lindsay Lohan -chamacas pedotas que van por la vida mostrando el chocho- o incluso podríamos culpar a la falta de educación sexual en sus escuelas y casas. A los 'mensajes subliminales', a las caricaturas, a las muñecas Barbie o Bratz que sólo les falta decir 'cógeme'. Y sí, algo hay de eso. No lo podemos negar pero para mí la raíz es mucho más profunda. No es sólo el resultado de la digestión de información corrupta o el constante bombardeo sexual.

A ver pregunto ¿Qué sensación gratificante es la más parecida al AMOR, y se obtiene con facilidad? El SEXO, sí él mismísmo sexo. No es que las chavas anden con la vagina humeante; es que están increíblemente TRISTES señoras. Si se supone que en casa es donde sustentamos nuestras necesidades emocionales básicas, se nos debiera reforzar el autoestima, sentirnos
apoyados, amados, acariciados (caricias paternales), y donde debiéramos encontrar la seguridad de que somos AMADOS pero con cada vez mayor frecuencia sabemos que lo último que encontramos en el hogar es eso, ¿Dónde creen que sus niñas van a buscar una rápida, segura y momentánea gratificación al hueco tan enorme que sienten en su corazoncito? ¡¡¡Pues en
la cama de cualquier cabrón!!!!

Sí suena a pretexto pero no lo es. Tampoco se puede ir por la vida diciendo 'ando de cogida en cogida porque mis papás no me quieren'. Pero créanme. Las adolescentes parte de familias disfuncionales le han hecho un requiem al amor, porque creen desde el fondo de su alma que el amor no es fácil de conseguir, que es doloroso y que requiere de muchos problemas, de conocer a alguien, de salir lastimada, de tratar de compaginar y se han dado cuenta -como cualquier alcoholico encuentra en un trago un mitigante- que el sexo calma al menos por unos minutos esa necesidad imperiosa de sentirse quieridas, aceptadas y pseudo amadas. Su autoestima se medio pule con esa sensación de ser atractivas, deseadas.

No es que estén urgidas de un semental, están en un grito de ayuda; la soledad y la falta de autoestima es el coadyuvante del sexo desenfrenado. Créanmelo. Cuando sus hijas o hijos se sientan realmente 'arropados' en sus emociones, el sexo por sexo ni siquiera les llamará la atención porque estarán condicionados a buscar el amor, para ellos será natural, común.

Elsy Reyes