viernes, 31 de agosto de 2007

Odio tanto que...

Que me reclamen cosas ni al caso por correo.
Que la gente escuche chismes y se los crea.
Que Luis Carlos Ugalde defienda su hueso más de lo que defendió las elecciones.
También odio:
Los celos.
Los celos injustificados.
Los que no saben usar un cajero automático.