lunes, 23 de junio de 2008

Estoy de buenas


Hoy me topé con todos los tarados del mundo. Salieron en grupos, así que tengan cuidado, si están en la calle seguro se topan con alguno. Primero en el metro con los vendedores ambulantes que traen esas bocinas portátiles conectadas a un discman. Una de las cosas que me caga de viajar en microbús es ir escuchando su pinche música a todo volumen. Y ahora ni en el metro me salvo. Además, los pendejos que se ríen después de subir corriendo al vagón. ¿por qué la pinche risa? Tengo la duda. Por supuesto, también están los que tratan de desafiar la propiedad de impenetrabilidad de la materia y quieren ocupar el mismo espacio que cualquier otra persona. Y las viejitas enanas (entre ayer y hoy me tocaron tres) que se quieren colar en cualquier espacio con un grupo de niños insoportables que además, van llorando. O jugando. O respirando. Luego, salí del metro y soporté a los idiotas que se quedan parados en las escaleras o en la salida. Y no son dos, son más. Aplicas el empujón y percibes su olor a loción barata o a sudor acumulado. Me formé en la fila de las micros que van al centro comercial. Lo repito, Centro Comercial, Editorial Televisa. Una estúpida y diminuta mujer se puso de puntitas y me enterró el dedo en la espalda en repetidas ocasiones, una de las maneras de llamar mi atención que más me encabrona en el planeta. Volteé con mirada de ¿qué chingaos quieres? Hagamos flashback de hace algunas líneas. Meeeeee formeeeeeeee eeeeeee laaaaaa fiiilaaaaaa (en los flashbacks todo es en cámara lenta). Ok, la pregunta de esta lumbrera, de este ejemplo de sabiduría y prudencia femenina fue:

¿Estás formado?

No, pendeja. Estoy segmentando la fila. O me gusta quedarme parado detrás de mucha gente, para que una mongoloide como tú me pregunte si estoy haciendo algo obvio. No le contesté eso, porque la gente pendeja es peligrosa. Vaya que sí. La volteé a ver, con cara de 'vete a la verga' y solté un 'ajá'. El tipo que estaba adelante de mí hizo una pregunta todavía mejor:

Oiga ¿estos van para Santa Fe?

Pu-ta ma-dre. El tipo se pasó mínimo 5 minutos formado, escuchando al despachador de los taxis gritar la ruta, y aún así, no sabía a donde iban. Pinche desperdicio de oxígeno, de espacio, de comida. A ese ni lo volteé a ver, solté un fastidiado 'sí' y ya.

Hijos de la gran puta. Los maldigo por ponerme de malas.

Un expresso americano huge calmará los ánimos. Salú.