Haciendo un pequeño sondeo me entero que prácticamente nadie de mis amigos realizó propósitos para este año. Yo en cambio cumplí casi todo lo del año pasado, sólo me faltó lo de comprar un tamagochi, plantar un árbol, salvar focas, escalar el Everest, aprender a jugar matatena y mejorar el blog.
Esta vez mi propósito para el 2009 es:
No casarme. ¿Para qué hacer infeliz tan solo a una mujer?