Camino al trabajo, en la micro, una mujer sentada a mi lado le escribía un mensajito de celular a su guey, decía: "Dios te bendiga, Ramón". Me sacó de onda cabrón ese pedo, pienso que los próximos 40 años van a ser dificilísimos para un guey como yo: ¿volveré a creer en dios? ¿volveré a creer en la navidad? ¿en el amor?.