lunes, 15 de febrero de 2010

Diálogos de lavadero VII

Eje Central. Dentro de una camioneta, demasiado grande para la ciudad, un chofer y dos chicas vestidas como par una boda.
Mujer fresa 1: Güey, cero lindo está el centro.
Mujer fresa 2: No manches, cero, de dónde sacan que lo habían remodelado y eso. Hay pura gente… ¿ya sabes?
Mujer fresa 1: Odio cuando hacen bodas hasta acá. Qué ganas de echar a perder la tarde.
Mujer fresa 2: Sí, güey. Además, superinseguro. Nos regresamos temprano, ¿no?
Mujer fresa 1: Pero claro, yo no quiero estar aquí en la madrugada. Quién sabe que clase de gente salga por las noches.
Mujer fresa 2: Ya sé, qué mal gusto, güey. Eso nos pasa por tener una amiga así como artista, y que se casa con un pandroso.
Mujer fresa 1: Pero eso sí, acéptalo, está goapérrimo.
Mujer fresa 2: O sea, muy guapo pero sin un peso.
Mujer 1: Sí, ya sé, pobre. No entiendo de qué piensan vivir cuando tengan un hijo, ¿qué, van a vivir en la Nápoles?, ¿o qué?
Muer 2: Seguro. O peor, vivirán en Tepos… ¿ya sabes?
Mujer 1: No manches, ¿ese edificio de ahí es Bellas Artes?
Mujer 2: Sí, está superlindo. Yo si me casara en el Centro, que lo dudo, me casaría en esa iglesia.
Mujer 1: ¿Cuál iglesia?, güey.
Mujer 2: Pues Bellas Artes, o ¿cómo?

volován