viernes, 1 de octubre de 2010

Sobre el amor

Hoy vi a la mujer perfecta para mí. O bueno, eso creo a simple vista. De inmediato me imaginé teniendo veinte hijos con ella y una casita en el campo; nada ostentoso. De hecho, los veinte hijos servirían para ayudar en la siembra y cosecha de mis dos hectáreas de tierra en algún lugar inexistente… como Tlaxcala (si es que Tlaxcala mide más de dos hectáreas).

Desgraciadamente, mis sueños de campo se vieron truncados bruscamente. Y es que yo juraba que no tenía ni un pinche gramo de grasa corporal, pero la verdad es que tiene sobrepeso: su pinche novio.

Considero que las mujeres así de exquisitas deberían de estar siempre disponibles y sin novio (o sea, para mí; ¿ubican?). "Lástima que seas ajena", me dieron ganas de gritarle, pero me aguanté al recordar aquel dicho que dice:

Me he de comer esa tuna…

BenditoseaDios, a mí el amor me dura de tres días a una semana. A veces más. A veces menos. Pero ahora, con el tiempo y un ganchito, esperemos que dure más. Seguiremos informando.

Les juro que esto no es obsesión. Tampoco piensen mal; vivo enamorado… de todas, pero igual cuenta, ¿no?

No, ya: la culpa la tiene Cupido. ¿O cómo era?