sábado, 17 de enero de 2015

Asco de vida

Hace unos meses, empecé a hablar con un ex todos los días y hasta hemos llegado a dormir uno en casa del otro varias veces, pero solo ha habido ningún arrumaco de cariño. Esos días me quedé con el calentón. Ayer me enteré de que tiene novia desde hace un año así que estoy en la friendzone de mi ex.

Ayer, estaba con un amigo en la biblioteca haciendo un trabajo de al uni. Aprovechó un momento que fui al baño y me robó el portátil, poniendo "quiero contar que soy gay" en mi perfil de Facebook. Llevaba tiempo planeando cómo salir del armario para hacerlo de forma delicada y paulatina.

Hoy, y de toda la vida, la familia por parte de padre es de origen japonés, y mi hermana y yo tenemos nombres japoneses. Nos llamamos Ume y Momo, que significan ciruela y melocotón en español. Nuestros amigos nos llaman "las Fruitis".

La semana pasada, unos amigos que siempre me están tomando el pelo me enviaron un Whatsapp diciendo que uno de ellos había muerto de un infarto y que fuera a su casa para el funeral. Me presenté diciendo "Dónde está el fiambre que mi perro tiene hambre". Luego resultó que estaba muerto de verdad.

Hace tiempo, cuando me despedía con dos besos de una amiga que va detrás de mí, nos dimos un pico por un error de cálculo. Esta loca insistía en que dejase a mi novia para estar con ella, ya que ese 'beso' fue 'muy especial', y me amenazó con contárselo todo si no cedía al chantaje. Decidí contárselo yo a mi novia para terminar con el tema de una vez. Le ha dado la razón. Me ha dejado ella.

Hace unos meses, mi novio se enteró de que había follado con uno de sus amigos y lo dejamos. El ADV es que eso ocurrió años antes de que nos conociéramos.

Hoy, mi novia es capaz de hablar japonés fluido tan solo por ver One Piece y Full Metal. Yo llevo tres años estudiando japonés y no hay manera.

Hoy, no, hace unas semanas me declaré a una amiga, me rechazó puesto que tiene novio. No esperaba un milagro, sólo que lo supiera. Ya en casa me consoló. No ella, sino su novio. Fue tan majo y comprensivo que me hizo sentir aún más miserable.