lunes, 5 de enero de 2015

Y te odio por eso.

Otra vez soñé contigo y te odio por eso. Te soñé y eras la misma, la mía. 
Otra vez soñé contigo, que te amaba y tú me amabas. Verás, cuando en mis sueños te sueño, no eres tú, no soy yo, somos un par de desconocidos que viven otra vida en la que sí nos quedamos, sí nos reímos, sí cumplimos la promesa de “para siempre”.  Y nos miro ahí, tan tranquilos, tan completos, sin miedo a nada.

Corrijo entonces, no soñé contigo, ni conmigo, anoche soñé con lo que nunca fuimos.