viernes, 10 de abril de 2015

Rarezas


Acabo de despertar, soñé que se me perdía un niño, un niño que ni siquiera es mi hijo. Vergas, hubiera sido  entonces un pésimo padre sustituto. En su defecto no sé por qué soñé eso. Aunque si no dejaba de pensar en la pobre mamá angustiada, la cual hoy en la vida real, no tiene otra apuesta a la vida que sus hijos, intenté incorporarme y no me dejó. Ella puede sola supongo, yo también pensé que podía solo pero no, hoy perdí a un niño.