jueves, 17 de mayo de 2007

Cine porno

Cine Sívoy.

Eso fue lo que me dijo el güerotixman cuando ante sus ojos deslumbraba un letrero neón con tipografía eléctrica. Cine Savoy. Incitada por el morbo y la disposición de tiempo de una tarde dominguera, decidimos entrar.

Veinticuatro pesitos era la cuota para ver Todos contra ellas que incluía, la ya extinta permanencia voluntaria y la opción de cambio de sala. Sentí un poco de nostalgía porque la dulcería era tal cual como los cines a los que iba de pequeña. Un señor muy amable nos mostró la entrada con su lamparita y nos condujo hacia el área de parejas.

¡Qué bien! así no nos mezclaremos con los puñeteros/chaqueteros; que en la penumbra podía adivinar eran hartos. Me llamó la atención que conservaran las butacas originales, además en el aire se percibía el olor a palomitas de bolsita. Un auténtico viaje al pasado. Lo mejor estaba por venir.

El área de parejas estaba bardeada por unas láminas,hummm. Yo le dije al güerotixman que nos fueramos más hacia el pasillo porque estaba muy angulada la pantalla. Gran error. Ya estaba entrando en confianza cuando comencé a notar un intenso movimiento en la sala, muchos hombres entraban y salían. Llegó el de los chicles/chocolates/mueganos a ofrecernos alimento. Hasta ahí todo era excitante.

La película comenzó. Poco a poco me fui dando cuenta que el respetable dirigía sus miradas hacia el área de parejas. No había un sólo hombre que entrara a la sala que no volteará hacia donde las parejitas estaban. Interesante. Después me dí cuenta que los que estaban sentados se levantaban a mirar de nueva cuenta a las parejas. Muy interesante. El güerotixman me señaló a un señor y dijo que él cuidaba el orden y "la buena educación".

En tres segundos me dí cuenta que la atracción no era la película sino las parejas. La mayoría estabamos viendo tranquilamente la película pero había una que ya se empezaba a poner cómoda. Lo que capturó la atención de los morbosos. Mi cerebro no había registrado que, no nada más se podía fajar agusto, sino que si la pareja así lo deseaba podía darse harto cariño sin ser molestada.

Voilà! La pareja hizo un movimiento y de la nada salieron un friego de curiosos, sin una pizca de pudor. La exaltación máxima del vouyeur. No daba crédito. A dos filas de nosotros la chica le daba un oral a su galán con lujo de movimiento. Se abrieron las puertas y se oyó una voz, lo que hizo que se dispersaran las aves de rapiña. El cuidador espantó a los curiosos, que por un segundo, creí que se unían a la felación.

Yo la verdad estaba muy alerta y muy cerca de la barda y entendí porque nadie se sentaba de ese lado. La acción continuaba en la película y en la sala. Todos muy al pendiente del par de calientes que teníamos enfrente. Los zopilotes iban y venían con tal descaro y desvergüenza que no podía creerlo.

Segundo round. ¡Bolas!, la chica se tira al piso en cuatro y en menos de un segundo el galán le aplica la del chivito viendo al precipicio. Simultaneamente la marabunta se reune a la velocidad de la luz. Ahora son más. Ya nadie pelaba la película. Pa' que, si había sexo en vivo. Los gemidos de la chava provocaron que mojara chon. El show se les apestó a los curiosos porque llegó el guardián del orden y los espantó, aunque había algunos que resistían a dejar de observar. Demonios. No más de pensar cómo esta el piso, yo no me aventaría, que tal que se me sube un simbiote.

Sinceramente yo creí que iba haber climax pero no llegó a tanto, tan sólo hubo ocho minutos de jadeos. No sé si se espantaron o de plano si mejor decidieron posponerlo pero neta ¡qué valor!. Le argumentaba al güerotixman que lo más probable es que tuvieran alma de exhibicionstas y me dijo que él creía que a lo mejor ser vistos era lo que los excitaba.

Se acabó la película y la diversión. Al salir al vestíbulo nos percatamos de que había una ranfla de cabrones viendo a las parejas que salían. No sé que esperaban ver. Cuando salimos a la calle nos dimos cuenta que en la acera de enfrente un gordito con una gran sonrisa nos seguía ¿será que esperaba un ménage à trois? Nos dimos a la fuga.

Guerotix