martes, 29 de abril de 2008

El principito


El zorro callo y miro por largo tiempo al principito:

-Por favor, domestícame-dijo

-Bien quisiera-le contesto el principito-, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

-Solo se conocen aquellas cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres no tienen tiempo de conocer nada. Compran las cosas hechas a los vendedores. Pero como no existen vendedores de amigos, los hombres no tienen amigos. Si quieres tener un amigo, ¡domestícame¡

-¿Que hay que hacer? -dijo el principito

-Hay que ser paciente- respondió el zorro-. Primeramente te sentaras un poco lejos de mi, así, en la hierba. Yo te mirare de reojo y tú no dirás nada. La palabra es fuente de malentendidos. Cada día podrás sentarte un poco mas cerca...

Al día siguiente volvió el principito.

-Hubiese sido mejor que volvieses a la misma hora-dijo el zorro-. Si por ejemplo, vienes a las cuatro de la tarde, desde las tres yo me sentiré feliz. Y a medida que se aproxime la hora, me sentiré mas contento. A las cuatro de la tarde ya comenzare a agitarme y a estar inquieto: ¡conoceré el precio de la felicidad¡ . Pero si llegas a cualquier hora, jamás sabré cuando preparar el corazón.... Los ritos son necesarios.

-¿Que es un rito?- pregunto el principito.

-Esto es algo que también ha sido olvidado-dijo el zorro-. Es lo que hace que un dia sea diferente a otro día; una hora de las otras horas.....



El principito...