viernes, 9 de julio de 2010

La espera hacia el abismo

Detente. Es tan simple y bello aquel segundo en el que me podría perder con cualquiera. (Sí, con cualquiera) Basta que todo sea detenido para entrar en aquel instante fugaz y eterno a la vez. Hacer de un segundo una hora, y de esa hora solo un recuerdo. Fugacidad, es lo que todos buscan, (buscamos) y lo que termina por quedarse para siempre.

Creo.
en a fugacidad de los labios y las manos,
en los instantes de ardor con desconocidos,
en las no palabras de los amaneceres
y los atardeceres que se pasan en las plazas contenidas.

Creo.
en las miradas
no en las palabras.
(como me molestan las palabras)

Creo.
en los momentos detenidos por un suspiro
y las noches avanzadas por las dudas.