Detente. Es tan simple y bello aquel segundo en el que me podría perder con cualquiera. (Sí, con cualquiera) Basta que todo sea detenido para entrar en aquel instante fugaz y eterno a la vez. Hacer de un segundo una hora, y de esa hora solo un recuerdo. Fugacidad, es lo que todos buscan, (buscamos) y lo que termina por quedarse para siempre. 
Creo. 
en a fugacidad de los labios y las manos, 
en los instantes de ardor con desconocidos, 
en las no palabras de los amaneceres 
y los atardeceres que se pasan en las plazas contenidas. 
Creo. 
en las miradas 
no en las palabras. 
(como me molestan las palabras) 
Creo. 
en los momentos detenidos por un suspiro 
y las noches avanzadas por las dudas.